jueves, 8 de enero de 2009

A CATORCE AÑOS DE LA MUERTE DEL CAMPEÓN

Carlos Monzón perdió la vida en un accidente automovilístico el 8 de enero de 1995 en Santa Fe. Estaba en libertad por buena conducta y tenía 52 años. Fue uno de los mejores deportistas de la historia argentina y el mejor boxeador mediano de la historia.

Artículo publicado en Fox Sports Latin America: A catorce años de la muerte del campeón


El 8 de enero de 1995 se mataba en un accidente Carlos Monzón, el mejor pugilista mediano de la historia. Su vida se terminó en la ruta 1, en jurisdicción del paraje Los Cerrillos que une su ciudad natal, San Javier, con la de Santa Fe.

Monzón chocó con su Renault 19 cuando regresaba a la Unidad Penal N° 2 de las Flores luego de una salida por buena conducta. Tenía 52 años y había sido condenado en febrero de 1988 por la muerte de su pareja, Alicia Muñiz en Mar del Plata.

"Escopeta" había nacido el 7 de agosto de 1942 en un rancho del humilde barrio La Flecha de San Javier, pero creció en Barranquitas, un pequeño poblado de la capital santafesina.

Fue el octavo de trece hermanos. Era descendiente de los mocovíes, una tribu aborigen de sangre guerrera. De ellos seguramente heredó el temperamento y la determinación para ir al frente arriba del cuadrilátero. Monzón fue un guapo en el ring.

Aunque muchos discutieron su estilo, Monzón demolía a sus rivales. Tenía técnica, buen ataque, mejor defensa, pero por sobre todo, era eficaz. Disputó 100 combates profesionales, con 87 victorias (59 nocauts), una sin decisión, 3 derrotas y 9 empates.

La noche del 7 de noviembre de 1970, en el Palazzo dello Sport de Roma, destrozó al italiano Giovanni "Nino" Benvenutti, indiscutido campeón hasta ese momento, y se adueñó del cinturón mediano de la Asociación Mundial de Boxeo.

"`Gringo´, en el ring te voy a matar y voy a ser campeón del mundo", le había dicho el argentino cuando los presentaron. Fue nocaut en el duodécimo asalto después de un tremendo y final derechazo precedido de varios cross que inundaron la cara del italiano.

Monzón sólo abandonaría el cetro después de 14 defensas, todas ante rivales de calidad como Emile Griffith, Jean Claude Bouttier, Bennie Briscoe, José "Mantequilla" Nápoles o Rodrigo Valdez.


Así como conoció muchos "amigos del campeón", Monzón tuvo gente de la mejor madera al lado suyo cuando estuvo preso, como el gran maestro Amilcar Brusa, su entrenador y referente humano.

El mismo que se encargaba personalmente de sacarle de encima a las ninfas oportunistas que querían comprobar su apodo de "Macho" horas antes de subir al ring por alguna pelea mundialista.

Otro de los que estuvo muy cerca en el final de su vida fue Don Agustín "Chiquito" Uleriche, propietario de "El Quincho de Chiquito", el mítico comedor de frutos de río, ubicado a orillas de la Laguna Setúbal, en la costanera santafesina.

"Ahí se come el mejor pescado del mundo", decía Monzón cada vez que podía, agradecido porque cuando tenía siete años fue en carreta desde San Javier con su familia y el padre de "Chiquito" les dio comida y un lugar para dormir.

También el actor francés Alain Delon lo visitaba cada vez que podía.

Un día después de su muerte, la provincia de Santa Fe entera le brindó una conmovedora despedida demostrando lo que significó Carlos Monzón. El velatorio se llevó a cabo en la Municipalidad, a donde concurrieron miles de personas para darle el último adios a uno de los mejores deportistas de la historia argentina.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin duda un gran boxeador. Muy buena la nota. Saludos

EDUARDO ALBERTO MARTINS dijo...

Muchas gracias por la visita y el comentario. Fuerte abrazo amigo.

Anónimo dijo...

En este caso amiga ja. Saludos