viernes, 4 de septiembre de 2009

HÉROES DESCONOCIDOS: JACK JOHNSON


ARTICULO PUBLICADO EN LA REVISTA FOX SPORTS EN JUNIO DE 2008

FUE EL PRIMER CAMPEÓN DEL MUNDO NEGRO DE PESO PESADO. ERA HIJO DE ESCLAVOS Y FUE PERSEGUIDO POR SU COLOR DE PIEL. UN BOXEADOR ÚNICO.

"Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que lu­chan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: ésos son los imprescindibles", sen­tenció alguna vez el escritor alemán Bertolt Brecht. Jack Johnson fue un imprescindible: el primer campean mundial negro de los grandes pesos en una época en la que los negros no po­dían caminar por la misma vereda que los blancos y debían pelear entre sí por un poco de comida. Humillante.
John Arthur Johnson nació en Galveston, Texas, y era hijo de esclavos. Debutó en 1897 contra Joe Choynsky, pero am­bos fueron arrestados porque los com­bates estaban prohibidos. En la cárcel, Choynsky le enseñó algunos secretos de este deporte. Por aquellos años en los que Johnson comenzaba a destacarse, ningún boxeador negro había teni­do la posibilidad de pelear por el tí­tulo del mundo.
John Lawrence Sullivan había sido el último campeón de puños desnudos y el primero con guantes. Su reinado fue en­tre 1882 y 1892 y, por entonces, se negó a pelear con Peter Jackson argumentando que "nunca lucharía contra un negro". Los campeones que le siguieron (Jim Corbett, Bob Fitz Simmons y Jim Jeffreis) tampoco quisieron hacerlo. Este último parafraseó a Sullivan para re­chazar a Johnson. Más adelante, la his­toria tomaría un giro total.
Tras retirarse Jeffreis, Marvin Hart ganó el título vacante y lo perdió en 1905 ante el canadiense Tommy Burns. Johnson comenzó a perseguirlo por Ir­landa, Francia, Australia... Donde sea, siempre estuvo Johnson. No sólo comba­tía en los mismos lugares, sino que se ubicaba en la primera fila, desafiante. Hasta que Burns no pudo negarse.
El combate fue el 26 de diciembre de 1908, en Sidney, y Johnson no tuvo pie­dad. "Vamos Tommy, ¿no sabes golpear más fuerte?", lo provocaba mientras le rompía la cara. La paliza fue tremenda y el desenlace llegó en el asalto 14, luego de un derechazo salvaje. Los festejos en Estados Unidos dejaron un saldo de 19 muertos. Todos negros.
"La gran esperanza blanca", de Howard Sackler, es la historia de Johnson llevada al cine. Pero, también, la encen­dida búsqueda que iniciaron los racis­tas para encontrar un blanco que pudie­ra arrebatarle el título...
Ante tanta presión, el ex campeón Jim Jeffries (que no le había dado la oportu­nidad por ser negro) volvió a pelear. Va­rios estados se negaron a realizar el combate por temor a los disturbios. Fi­nalmente se realizó en Reno, Nevada, ante 22 mil espectadores, el 4 de julio de
1910 (conmemoración del Día de la Independencia en Estados Unidos). Jeffries aguantó el castigo hasta el 15º round. Cuando la noticia explotó por el país, se sucedieron nuevos incidentes, heridos y muertos. Por eso, Johnson estuvo diez años sin poder defender su título.
Era engreído y además tenía relaciones con mujeres blancas menores que él; un hecho escandaloso para la época. Tres de sus cuatro esposas fueron blancas. Entonces existía la ley Mann, contra el tráfico de mujeres, que prohibía a un hombre llevarse una dama a otro estado con propósitos inmorales: era ilegal viajar con una mujer sí no se estaba casado con ella. Una de sus esposas no soportó la persecución y se suicidó. Finalmente, Johnson fue condenado a más de un año de prisión por otro matrimonio y tuvo que escapar a Europa: ninguna norma escrita lo haría renunciar amor que sentía.
En 1915 le ofrecieron 'defender' el título contra Jess Willard. El promotor dijo que tenía un trato con la Justia que podría volver a Estados Unidos y no ir a prisión si se dejaba ganar por el boxeador blanco. Su madre estaba muy enferma y quería verla. La pelea fue el 5 de abril de 1915, en La Habana, y Johnson perdió, como estaba previsto. Pero era mentira: no pudo ver a su madre y decidió regresar a Europa.
Murió el 10 de junio de 1946 en un accidente automovilístico en Carolina del Norte. Tenía 68 años. Había regresado a su país en 1920 y cumplido con la condena que pesaba sobre él. Jack Johnson fue un hombre imprescindible. El gran Muhammad Alí lo afirmó: "Digan que quieran, el fue el mas grande".