lunes, 27 de abril de 2009

MAURO E I SUOI FRATELLI / LA FAMIGLIA NEL PALLONE

ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA SPORTWEEK EL 25 DE OCTUBRE DE 2008
Versión original en castellano - Próximamente versión en italiano

Los Zárate son una familia que vive el fútbol como pocas en el mundo. De los cinco hijos argentinos que tuvieron Catalina (italiana) y Rolando Zárate (chileno), cuatro eligieron el fútbol como medio de vida. El más grande tiene 40 años, se llama Néstor y es el único que no se dedicó a pegarle a la pelota. Luego viene Sergio, de 39, que fue el primero en convertirse en jugador. “El Ratón” fue un delantero ágil y veloz que se destacó en Argentina, México y Alemania. En la temporada 92/93 tuvo un fugaz paso por el Ancona. El tercero es Ariel, “El Chino”, de 35 años. Un enganche clásico que jugó en el Riccione en la 96-97 y en equipos de México y España. Hoy se destaca en la segunda división del fútbol argentino, jugando para All Boys. El cuarto hijo del matrimonio Zárate es Rolando, “Roly”, que es centrodelantero. Fue goleador y campeón del torneo argentino junto a Mauro en Vélez Sarsfield. También jugó 10 partidos y convirtió 3 goles en el Real Madrid, en 1999, pero tuvo que irse porque el club Merengue no quiso pagar (luego se arrepentirían) la opción de dos millones de euros que valía su pase en ese momento. Con 31 años, “El Roly” sigue convirtiendo goles en el Barcelona de Ecuador. Mauro es el menor y último de la dinastía. El orgullo de la familia y el más mimado. Así lo demuestran sus hermanos, que recibieron a Sportweek en Zeta, el exclusivo restaurant de cocina mediterránea que tienen los Zárate en la ciudad bonaerense de Ramos Mejía, al oeste de la Capital Federal.
“Yo tenía características similares a las de Mauro, con la gran diferencia de que él es un superdotado a la hora de entrenarse y yo era bastante vago. Además, él tiene más fantasía a la hora de jugar”, explica Sergio que hoy representa a sus hermanos, aunque con Mauro la dedicación es total. “Tengo con él un trato de hermano, padre y jugador retirado”, agrega.
“Mi paso por Italia me dejó una espina clavada muy fea. Cuando llegué al Ancona tenía 22 años y me recibieron como a un ídolo. La gente me trataba muy bien. ¡Hasta me habían hecho una canción! Arranqué haciendo dos goles en los primeros partidos. Pero al poco tiempo sufrí un desgarro y después no volví a ser el mismo. Jugaba un rato los segundos tiempos y no alcancé a dar todo lo que podía”, recuerda Sergio sobre su paso por la Serie A. Para él, Mauro no sólo es el mejor de la familia. “Es un fuera de serie. Está al nivel de Lionel Messi, de Kaká, del Kun Agüero y de Crsitiano Ronaldo. Sólo que su carrera fue diferente. Perdió un año en Qatar y en Inglaterra. En el Birmingham jugó sólo cinco partidos como titular e hizo cuatro goles. Alex McLeish, el entrenador, tiene bien merecido haberse ido al descenso por ser tan defensivo”, afirma enojado “El Ratón”.
Mauro creció al lado de jugadores de fútbol y con apenas cuatro años visitaba a Sergio en Italia. Ya en el comienzo de su carrera demostraba su talento y “El Ratón” también recuerda esa etapa: “Todo se le hizo fácil siempre. Fue ídolo en el club de barrio y uno de los máximos goleadores en la historia de las inferiores de Vélez. Era siempre figura, goleador y campeón en los equipos a los que iba. Marcaba una diferencia muy grande con el resto”, rememora.
Rolando y Ariel, también tienen algo para decir del benjamín de la familia. “Mauro es un cabeza dura y todo lo que se propone lo logra”, apunta Ariel. “Compartí mucho con él. Jugamos y fuimos campeones en 2005 con Vélez. Cuando lo subieron a primera con 16 años ya marcaba diferencia. Mauro es el orgullo de la familia”, cuenta Roly. Los Zárate disfrutan a pleno el presente de Mauro. “Cuando le pasa algo bueno a un hermano es como si te pasara a vos”, resumen.

JUAN MARTÍN DEL POTRO: E QUESTO È IL NUOVO PIBE DE ORO

ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA SPORTWEEK EL 15 DE NOVIEMBRE DE 2008
Versión original en castellano

La ciudad de Tandil está ubicada en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, a 331 kilómetros de la Capital Federal y a 169 de Mar del Plata, la ciudad elegida como sede de la final de la Copa Davis. En Tandil nacieron los futbolistas Mauro Camoranesi, Juan Ignacio “Nacho” Castillo y Mariano González. Allí nació y todavía vive, el famoso experto en naipes René Lavand, reconocido internacionalmente por realizar sus ilusiones con la mano izquierda ya que perdió la derecha a los nueve años en un accidente. En Tandil también nacieron los tenistas profesionales Juan Mónaco, Mariano Zabaleta, Diego Junqueira y Máximo González, entre otros. Y en esta ciudad, de poco más de cien mil habitantes, llegó al mundo el 23 de septiembre de 1988, Juan Martín Del Potro, uno de los jugadores más destacados de 2008 en el circuito de la ATP.
A “Juanma”, como le dicen en su ciudad, siempre le gustó mucho jugar el fútbol. Lo hacía en el club Independiente de Tandil. Cuando llegaba temprano esperaba a sus compañeros en las canchas de tenis. Hasta que un día le prestaron una raqueta. Hoy tiene 20 años y 4 títulos. Y todavía le falta jugar la final de la Copa Davis.
Del Potro sigue viviendo en Tandil aunque pasa mucho tiempo entrenándose en Buenos Aires. “Las cosas no han cambiado para mí. Lo que cambiaron son los resultados”, cuenta con la expresión seria. Y agrega: “Yo sigo siendo el mismo y me gusta estar con la gente de mi ciudad que me banca en todo momento.

-¿Extrañás Tandil cuando estás lejos?
-Sí, bastante. Estar en mi casa, comer asado y estar con mis amigos. Es una ciudad muy tranquila dónde me siento muy cómodo.
-Medís 1,98 metros. ¿No te impulsaron a jugar otro deporte por tu estatura?
-Querían que juegue al fútbol. Jugaba de cinco o de ocho y andaba bastante bien. De chico prefería el fútbol, pero a los once años me tuve que decidir y elegí el tenis. Soy hincha de Boca y de la Juventus, dónde juega Mauro Camoranesi.
-¿Lo conocés?
-Sí, en Tandil nos conocemos todos. Incluso lo fui a ver jugar.
-Tu papá Daniel jugó al rugby, ¿nunca probaste con ese deporte?
-No. Tengo muchos amigos que lo juegan pero lo mío era el fútbol.
-¿Lo practicas seguido?
-Sí, cuando estoy en Argentina. Cada vez que puedo juego un partido de fútbol. Tenis… lo menos posible, ja.
-¿Qué ídolos deportivos tenés?
-Michael Jordan y Lance Armstrong son ídolos a nivel mundial. En el tenis, Roger Federer y Rafael Nadal son dos tipos para imitar. Y después, el ídolo de todos los argentinos: Diego Armando Maradona.


La mamá de Juan Martín, Patricia, es maestra de literatura en un colegio y ayuda a chicos carenciados. Su padre es veterinario y trabaja en el campo. La más pequeña de la familia, y la debilidad de todos es su hermana Julieta, de 16 años. A ella le regaló el Mercedes Bens CLK que ganó en julio cuando conquistó su primer torneo de ATP, en Stuttgart. Pero el dolor también es parte de la vida de Del Potro que después de cada triunfo adentro de una cancha se persigna en recuerdo a su hermana mayor que falleció en un accidente cuando era más chico.

-¿Se alteró la rutina de tu familia por el momento que estás pasando?
-No. Cada uno sigue con lo suyo. Con sus trabajos y sus estudios. Por eso no me siguen en los viajes. Ellos saben que estoy bien acompañado por mis entrenadores y se quedan tranquilos.
-¿En qué momento comprendiste que podías alcanzar el nivel en el que estás jugando?
-Cuando gané mi primer torneo de ATP en Alemania. Fue mi primera final y el rival fue Richard Gasquet. Ahí me dije: `Ahora puedo dar más con mi juego´. Gané el segundo torneo y me dije: `Esto no fue de casualidad, puedo estar ahí´. Fui confiando mucho más en mi juego. Y eso es fundamental. Porque cuando uno está con confianza y cree en sí mismo te pueden poner a cualquiera adelante que vos vas a ir al frente.
-¿Cuál ha sido el rival más complicado que enfrentaste hasta el momento?
-Hay un partido que me gustó mucho que es el que le gané Gilles Simón en el US Open, en cinco sets. El le ha ganado hace poco, en el Master Series de Madrid, a Roger Federer, Rafael Nadal y Andy Roddick. Los tenistas que más me han costado y me cuestan son Federer, Nadal y Andy Murray.
-¿Qué cosas creés que te faltan para mejorar?
-Muchas: el saque, el físico y los movimientos, por ejemplo. Día a día siempre aparece algo para mejorar. Hasta los grandes jugadores tienen cosas para mejorar. Eso se logra entrenando y con tiempo.
-¿Cuánto tuvo que ver tu cambio de entrenador?
-Mucho. Fue una gran decisión arrancar con Franco Davín. Él me ayudó muchísimo para llegar adónde estoy hoy.
-¿Tenés psicólogo?
-Nunca tuve. Prefiero hablar mucho con mi entrenador y nada más que eso.
-¿Qué posibilidades tiene el equipo argentino de ganar por primera vez la Copa Davis?
-Yo me siento muy bien y David (Nalbandian) también. Estamos todos muy contentos, esperando ese momento y con ganas de jugar. Tanto nosotros como la gente queremos ganar. Sabemos que tenemos un gran equipo enfrente. Ellos son grandes jugadores, pero nosotros tenemos la ventaja de jugar de local, con nuestra gente. Además, cambiamos la superficie. Hay que aprovechar esas diferencias.
-¿Va a ser importante el apoyo del hincha argentino?
-Será clave sentir a diez mil o doce mil personas, las que estén en el estadio, hinchando por nosotros, gritando para adelante. Sabiendo que los españoles entienden el idioma. Eso quizás los pueda desconcentrar a ellos.
-¿Cuál es la diferencia entre jugar la Copa Davis y otros torneos?
-La Davis es como la selección de fútbol. Es algo que no juega todos los días. Jugás en equipo, no sos vos sólo. Si ganás, gana el equipo. Si perdés, pierde el equipo. En otros torneos podés perder, tener un mal día o no jugar que no pasa nada. En cambio en la Davis si te pasa algo perjudicás a todo un equipo. Además, tenemos un capitán, Alberto “Luli” Mancini, y hay que respetar y hacer lo que él dice. En el circuito hacemos lo que nos gusta y arreglamos todo de acuerdo a nuestro parecer.

Por ahora Delpo, otros de sus apodos, no tiene novia. “Estoy dedicado al tenis y nada más”, responde. Aunque reconoce que le gustaría casarse antes de abandonar el tenis profesional para poder viajar un tiempo con su esposa.
Y más allá del deporte sueña con otras cosas. Porque sabe que hay vida después del tenis. “Hace dos años terminé el colegio secundario. Por ahora no tengo tiempo pero me gustaría arquitectura. Todavía soy joven y algún día ojalá pueda hacerlo”.



Versión publicada en italiano

La cittá di Tandil si trova a sud-est di Buenos Aires, a 331 km dalla capitale, e a 169 da Mar del Plata, dove da venerdì prossimo 21 novembre si disputa la finale di Coppa Davis fra Argentina e Spagna. Di Tandil è il campione del Mondo Mauro Camoranesi. Di lì sono i tennisti Juan Monaco, Mariano Zabaleta, Diego Junqueira e Máximo González. Ma, ora, la gloria locale di questa città di poco più di 100 mila abitanti è Juan Martín Del Potro, 20 anni, n.8 del ranking, la rivelazione del tennis 2008 (4 trionfi, era n.8i ad inizio aprile) e artefice del punto decisivo in semifinale di Davis con la Russia. Juanma con David Nalbandian difenderà i colori biancocelesti in finale di Davis. Da piccolo Del Potro era, in relata, innamorato del calcio. Lo giocava nell´Independiente di Tandil. Quando, spesso, arrivava all'allenamento in anticipo, aspettava i suoi compagni sui campi da tennis. Finché un giorno lo invitarono a giocare e gli prestarono una racchetta. E tutto ebbe inizio. «Le cose per me non sono mutate. Quel che è cambiato sono i risultati», racconta. «lo sono lo stesso, mi piace stare con gli amici e i concittadini che mi sopportano e supportano sempre».

Le manca Tandil quando sta, spesso, in giro?
«Si, moho. Vivere a casa, mangiare l´asado [grigliata di carne; ndr] e stare con gli amici è il mas simo. Tandil è una città tranquilla, dove mi sento a mio agio, sereno».
Leí è alto 198 cm: non le hanno mai proposto di praticare un altro sport, magari il basket?
«Ho iniziato col calcio e volevano che continuassi. Giocavo difensore centrale o mezzala, e non ero male, a me piaceva tanto. Poi a 11 anni ho dovuto fare una scelta e ho preferito continuare col tennis. Però resto un tifoso del Boca Juniors, sono amico di Palermo e Palacio, i bomber gialloblù, e della Juve, dove gioca Camoranesi».
Lo conosce personalmente?
«Sì, a Tandil ci conosciamo tutti, o quasi. Sono andato anche a vederlo giocare quand'era qui in Argentina».
Papa Del Potro ha giocato, a livello semifrro, a rugby, sport molto diffuso in Argentina.
«Papà Daniel non mi ha mai imposto milla, quindi non ho mai giocato a rugby, anche se ho vari amici che lo fanno».
E a calcio si diverte ancora?
«Sì, quando sto in Argentina mi piace giocarci con gli amici se posso. II tennis? Qui è meglio di no, ne ho fin troppo...».
Che idoli ha avuto?
«Michael Jordan e Lance Armstrong. Nel tennis Roger Federer e Rafael Nadal sono due professionisti da imitare; con Rafa, un amico, gioco alla PlayStation, e anche lì vince sempre lui. E poi l'idolo di tutti gli argentini: Diego Armando Maradona l'ho conosciuto quando avevo 15 anni. Mi disse: "Tu sei il nuovo Pibe de oro, Del Potro..."».
Nel 2002 infatti aveva appena vinto l'Orange Bowl, il più importante trofeo Under 14. Ci parla della sua famiglia?
«Mamma Patricia è insegnante di lettere in una scuola superiore e aiuta i ragazzi in difficoltà. Papà è veterinario e lavora in giro per le campagne. Mia sorella Julieta ha 16 anni, ed è il nostro "debole", sempre coccolatissima».
Tanto che lei le ha regalato la Mercedes Benz, vinta al suo primo titolo Atp, a Stoccarda. Ma il dolore ha segnato la sua famiglia, con la morte di sua sorella maggiore, scomparsa quando lei era piccolo. II suo successo ha cambiólo qualcosa in casa?
«No, ognuno continua nelle sue attività. I miei di solito non vengono con me in giro per tornei. Sanno che sono ben accompagnato e guidato dai miei tecnici e sono tranquilli».
Qíuando ha capito che poteva raggiungere il livello di gioco e classifica che ha ora?
«Dopo il primo successo Atp in Germania, era la mía prima finale, col francese Gasquet. Là mi son detto "Ora posso ottenere di più col mio gioco". Poi dopo una settimana ho vinto il 2° titolo a Kitzbühel e ho pensato: "Allora non è un caso, posso rimanere in alto". Ho iniziato ad aver più fiducia nei miei mezzi. E questo è fondamentale. Perché se si ha autostima si può affrontare chiunque e giocarsela».
Qual è stato sinora il rivale più difficile che ha affrontato?
«C'è una partita che mi è piaciuta in particolare, quella vinta contro Gilles Simón all'Us Open, in 5 set (3° turno). II francese nel 2008 ha battuto Federer, Nadal e Blake, quindi è un giovane di gran valore. In genere i rivali che soffro di piú sono Federer, Nadal e Murray».
Che cosa crede le manchi per crescere ancora?
«Molto: la battuta, il fisico, i movimenti giusti. Ogni giorno mi accorgo che c'è qualcosa che posso perfezionare. Finanche i grandi giocatori hanno lati da migliorare. Ciò si realizza con l'allenamento e il tempo, l'esperienza».
Quanto ha contato nella sua crescita il cambio di técnico?
«Molto. È stata una giusta decisione prendere Franco Davín nel marzo scorso. Lui mi ha aiutato moltissimo per giungere a questo livello».
Ha anche uno psicólogo che la segue nei tornei?
«No, non l'ho mai avuto. Preferisco magari parlare a lungo col mió técnico».
Che reali chance ha adesso l'Argentina di vincere per la prima volta la Davis?
«Io mi sento in forma e anche David Nalbandian mi sembra al top. Siamo molto contenti e fiduciosi, aspettiamo questa finale con una gran voglia di giocarcela. Chiaro, sia noi che i tifosi sogniamo e vogliamo vincere. D'altronde sappiamo di aver di fronte un grande avversario, bravissimi tennisti. Ma noi abbiamo il vantaggio di giocare in casa, col nostro pubblico. Con una superficie diversa, non la terra che gli spagnoli amano tanto, ma il veloce. Dobbiamo approfittare di questi particolari».
Quanto conterà realmente l'appoggio del pubblico?
«Sarà la chiave: avere 10-12 mila tifosi che applaudono e gridano per noi, sapendo poi che gli spagnoli li capiscono e quindi si possono anche deconcentrare, conterà».
Che differenza fra disputare una Davis e un torneo, anche importante come uno Slam?
«La Davis è come il Mondiale di calcio per la Selección. Qualcosa che non disputi tutti i giorni; per noi tennisti poi giocare in squadra, non da soli, da più responsabilità. Se vinci dài una mano alia squadra, se perdi si perde tutti. Negli altri tornei perdere fa male, ma puoi avere un giorno storto e non succede nulla, ci sarà un altro torneo, un'altra chance. In Davis pregiudichi l'intera squadra, la nazionale. Inoltre abbiamo un capitano non giocatore come Alberto Mancini che va rispettato, e bisogna seguire quel che ci dice lui. Nei tornei Atp facciamo quel che ci piace e ci organizziamo come ci va, qui c'è il capitano al quale obbedire».
Chiudiamo con le donne: è fidanzato?
«Per ora non ce l'ho la ragazza, Mi sto dedicando al tennis. Ma mi piacerebbe sposarmi prima di lasciare la carriera tennistica, magari per poter viaggiare talvolta in compagnia di mía moglie».
Altri sogni e obiettivi?
«Beh, la vita non finisce col tennis. Due anni fa ho terminato le scuole superiori; ora non ho tempo per studiare ma in futuro mi piacerebbe iscrivermi ad Architettura. Pero sono molto giovane e ho ancora tanto tempo davanti».

viernes, 17 de abril de 2009

MARTIN PALERMO: ILUMINADO

ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA FOX SPORTS EN MARZO DE 2008

EN UNO DE LOS MEJORES MOMENTOS DE SU CARRERA, EL GOLEADOR DE BOCA VA POR MÁS RECORDS Y TITULOS. A LOS 34 AÑOS, SIGUE AFIRMÁNDOSE COMO EL MEJOR DELANTERO DEL FÚTBOL ARGENTINO.

Siempre trato de meterme en esto, que es lo que me gusta hacer. No hay nada que me perturbe en el momento de salir a la cancha llena y ver a la gente de Boca... De hacer un gol y disfrutarlo con la gente… Eso es lo fundamental. Hay que dejar un poco de lado todo, mentalizarse en que se está adentro de una cancha y disfrutar”. Y Martín Palermo disfruta del fútbol. Algo que no suele escucharse muy seguido en los protagonistas. Además, lo demuestra día a día. Alcanza con verlo en los entrenamientos de Boca: Palermo sonríe con sus compañeros, se divierte con la pelota y entiende que tiene una profesión de privilegio, tan intensa como efímera.
Esta etapa de su carrera es dorada, como otras que tuvo, pero también supo de momentos salados. Es esa capacidad de disfrutar la que parece hacer de Palermo una persona con un ímpetu que le permite saltar obstáculos que aparentan ser insuperables. Como cuando en 1995 no tenía lugar en el ascendido Estudiantes de La Plata por decisión del entonces entrenador Miguel Angel Russo. Pudo haber pasado a San Martín de Tucumán, pero una diferencia económica entre los clubes frustró la transferencia y tuvo que quedarse a esperar que cambie la situación. Y cambió. Con goles. Siempre con goles, por supuesto.
Otro momento frustrante de su carrera fue la lesión que sufrió en 1999 (año en el que Boca se consagró bicampeón), antes de marcar frente a Colón su gol 100 en Primera División. Estuvo sin jugar 193 días, pero nuevamente el desenlace de la historia sería feliz. Ni más ni menos que frente a River, por la Copa Libertadores 2000, el 24 de mayo en La Bombonera. “Si lo ponen a Palermo, yo pongo a Francescoli”, había dicho Américo Gallego, técnico ‘Millonario’, en relación al regreso de Martín a las canchas. El final de ese juego, y su grito, son recordados.
Siempre el gol como detonador de descarga para alegrías y tristezas. Afuera de la cancha, Palermo parece tímido y mantiene una prudente distancia con toda la histeria que a veces lo rodea.

–¿Qué objetivos pasan por tu cabeza en este momento? ¿El record de goles, el campeonato, la Copa Libertadores?
–Principalmente, tratar de seguir rindiendo y ganando cosas como el campeonato y la Libertadores. Lo de los goles se fue dando. Es algo lindo, que motiva, pero tampoco me obsesionó nunca como para no estar pensando en lo grupal. Ganar un título es lo principal.
–¿Boca es el gran candidato en la Copa Libertadores?
–Más que ‘gran candidato’, tenemos que defender el título del año pasado. Entonces, al tener que defenderlo uno siempre tiene la marca de candidato. Pero lo vamos a defender por cómo somos nosotros, por lo que es Boca y el protagonismo que debe tener. Boca va a demostrar lo que es.
–¿Sería un fracaso no ganarla?
–No. Eso será cuando se dé. Es muy difícil pensar qué pasaría si sucede tal cosa. Ya iremos pasando las fases y viendo hasta qué punto podemos llegar.
–¿Te pone ansioso que a veces se hable más de tus goles que del equipo?
–No, eso también se va dando. Si he llegado a hacer la cantidad de goles que hice no fue por obsesionarme con eso, sino porque se dieron las cosas conjuntamente con el equipo, partido tras partido. Y se seguirán dando hasta que no tenga más esta camiseta. Ahí veré a qué cantidad llego.
–¿Te queda algo por lograr en el fútbol?
–Por ahora no. Pero no importa, porque cuando uno menos se lo imagina, algo nuevo aparece. Algún gol importante, un triunfo, alguna copa. Dejemos que las cosas sucedan como hasta ahora. Muchas fueron importantes y, de acá a que termine mi carrera, van a pasar muchas más.

Esta última definición tal vez justifique el apodo de ‘optimista’ con el que lo bautizó Carlos Bianchi. La principal característica de esta virtud está en el enfoque con que se aprecian las cosas: así como está la posibilidad de empeñarse en descubrir inconvenientes y dificultades, el optimismo implica hacer ese mismo esfuerzo para encontrar soluciones, ventajas y posibilidades. Y Palermo parece tener expectativas positivas a cada momento y una gran creencia en su propia capacidad de alcanzar metas.
Ante cada situación traumática no sólo ha salido fortalecido, sino que además ha encontrado réditos. Eso no quiere decir que no haya tenido bajones. Las lesiones largas lo hicieron dudar sobre si volvería a ser el de siempre. En noviembre de 2001, festejando un gol que hizo para el Villarreal, la presión de los aficionados españoles hizo ceder una valla de contención, que le cayó en la pierna derecha y le quebró tibia y peroné. “Después de la fractura, me agarró una angustia terrible y no quería salir de mi habitación”, contó luego. Situaciones como ésa lo han templado. Por eso no se desesperacuando no convierte. Los goles son un objetivo, no una presión. Aunque tal vez el momento más duro haya sido en agosto de 2006, por la pérdida de su hijo Stéfano, que había nacido en un parto prematuro.
En esa oportunidad aparecieron de nuevo los goles para descargar la tensión y seguir adelante con el dolor encima. Fueron dos a Banfield, festejados con lágrimas en los ojos.
Por esta forma de encarar las cosas, la Selección es una historia que sigue abierta para él. Su experiencia con la albiceleste es de 7 partidos y 3 goles, quedando marcado por el record Guinness de errar tres penales en un mismo partido durante la Copa América 1999, en la derrota 0-3 frente a Colombia. Desde entonces no volvió a ser convocado. Hay quienes sostienen que su momento ya pasó. Otros siguen pidiendo por él, como Ariel Ortega: “Si hay un jugador que merece estar en la Selección es Martín Palermo”, sentenció el ‘Burrito’.

–¿Seguís esperando una convocatoria?
–No está cerrada la posibilidad. Mantengo la esperanza de volver. Tengo la ventaja de que el ‘Coco’ me conoce. Ya trabajamos juntos en Boca. Espero el momento, y cuando se tenga que dar, se dará. Mientras, sigo en Boca disfrutando día a día, pensando en seguir logrando cosas y en quedar en la historia del club.
–¿Sentís que para la Selección los goles convertidos en Argentina valen menos que los que se marcan en Europa?
–Eso es en general. Y no sólo para los goleadores, también pasa en otros puestos. Muchos jugadores de acá podrían llegar a estar en la Selección. Pero creo que si Basile lo ve de esa manera es porque tiene en cuenta el mejor momento de cada jugador. Por eso están los que están.

Dentro de la cancha, Palermo ha vivido situaciones insólitas de todo tipo. Algunas vale la pena recordarlas. Los cuatro goles a Gimnasia y Esgrima La Plata fueron unmomento increíble, teniendo en cuenta que parte de su corazón es de Estudiantes, equipo al que le convirtió tres en un mismo encuentro. En dos de los cuatro al Lobo, Palermo fue asistido por su gran socio futbolístico: Guillermo Barros Schelotto.
La historia con los mellizos comenzó con enemistad en la niñez y continuó en las inferiores de ambos equipos platenses. Los tres llegaron a Boca en 1997 cuando el DT era Héctor ‘Bambino’ Veira. Martín y Guillermo compartían la habitación en la concentración del Hotel de las Américas y a partir de allí comenzó a gestarse una relación personal y futbolística única. Más allá de que Palermo ha jugado con otros grandes futbolistas, guarda un recuerdo muy especial de aquella dupla.
–¿Hay algún jugador con el que hayas tenido una afinidad similar a la que tuviste con él? –No. Con ningún otro jugador logré la afinidad que tuve con Guillermo. Es única.
–¿Y con Juan Román Riquelme?
–Con Román hay un conocimiento previo y hemos jugado juntos mucho tiempo, pero no llegamos a ser algo parecido a lo que era con Guillermo.

Su paso por el fútbol español, entre 2001 y 2004, también le dejó cosas positivas, aunque tal vez no haya alcanzado la notoriedad que se propuso. Vistió las camisetas de Villarreal, Betis y Alavés, este último en 2ª División. En el Submarino Amarillo no la pasó nada bien. “No estoy arrepentido de nada, pero siento que perdí dos años y medio. También tuve una lesión bastante boba... La verdad, no disfruté nada de mi trabajo. A veces, en soledad, pensaba en Boca y, al comparar, la diferencia era abismal”, explicó Palermo cuando arribó al Betis. Ni en su peor momento en Estudiantes, cuando Russo no lo tenía en cuenta, la pasó tan mal. En el conjunto sevillano marcó 1 gol en 12 partidos y en el Alavés, 3 en 14. Pero el saldo fue positivo más allá de los momentos difíciles. Palermo comprendió que Boca era su lugar en el mundo y que ahí sería feliz.
Sin embargo, también le tocó perder con la camiseta xeneize. Y las derrotas le duelen mucho, como lo demostraron sus lágrimas en la final del Mundial de Clubes. Otro mal recuerdo es la increíble forma en que Boca perdió el Apertura 2006. Aunque Palermo fue duro con Ricardo La Volpe, hoy prefiere no entrar en polémicas: “No hago ninguna otra evaluación de eso. Estudiantes nos ganó y no hay nada nuevo fuera de lo que pasó en la cancha”, sentencia.
El 7 de noviembre cumplirá 35 años, un número que lo lleva a reflexionar sobre el final de su etapa goleadora. Le gustaría terminar su carrera en Boca, pero entiende cómo funciona el fútbol y sabe que todo es posible.

–¿Le pusiste una fecha de vencimiento a tu carrera?
–Todavía no; aunque lo pienso. Sé que queda poco tiempo, pero no sé cuánto. Depende del físico y de las ganas. Todo eso me dará la medida de cuándo decir basta.

1er GOL EN BOCA
Se lo anotó a Independiente por el Torneo Apertura 1997. Esa tarde, los Xeneizes ganaron 2-1. A Boca lo dirigía Héctor Veira.

NÚMERO 1 DEL PLANETA
Los votantes del sitio fifa.com en español lo eligieron como el Mejor Cabeceador del Mundo, por delante del cañonero alemán Miroslav Klose.

180 GOLES
Son los que Palermo marcó en Boca, sumando torneos locales y copas internacionales. (Hasta la fecha de publicación de la entrevista)

12 TÍTULOS
Son los que ganó Palermo con la azul y oro. El primero fue el Torneo Apertura 1998. (Hasta la fecha de publicación de la entrevista)

Homenaje al gol
Martín Palermo y sus goles generan mucho más que alegrías. Puma creó la campaña ‘Homenaje al optimista del gol’, lanzada el domingo de su gol número 180 con la camiseta de Boca: una edición exclusiva de 180 pares de botines Borussia azul y oro. Cada par corresponde a cada uno de los goles que Palermo convirtió y lleva una inscripción que detalla aquel momento. Quienes ingresaron a www.losbotinesdepalermo.com obtuvieron pistas para encontrar uno de los 180 botines escondidos por Buenos Aires.
En el ranking de goles, el más votado es el 73, aquel que le marcara a River por la Copa Libertadores de 2000. Segundo en las preferencias aparece otro gol a River, el que significó la victoria 2-1 en el Apertura 1999. El tercero más votado es el segundo que le hizo al Real Madrid por la Copa Intercontinental 2000.

Un goleador indiscutible
Más allá de goles, títulos y records, Martín Palermo todavía es discutido. Los argumentos para resistirlo son sus condiciones técnicas, su mal paso por Europa o que le falta nivel de Selección; críticas apuntaladas por la antipatía que el personaje despierta en los rivales. Pero es un goleador extraordinario con una técnica depurada en función del lugar que ocupa en la cancha y de la enorme responsabilidad que tiene: convertir goles. Los marcó bajo todas las circunstancias y haciendo valer su jerarquía en momentos importantes. Maquilla sus falencias potenciando al máximo sus virtudes, como el cabezazo, la zurda y esa capacidad innata de ubicuidad para estar siempre cerca del gol. ¿Se le puede exigir algo más a un centrodelantero? Nada. Palermo no necesita que lo defiendan: los goles son sus mejores patrocinantes.

>>LOS PROFESIONALES
Estos son los 27 futbolistas que sobrepasaron la barrera de los 150 goles desde que se instauró el profesionalismo, en 1931. Martín Palermo está 15º. Ahora, su objetivo es meterse en el Top 10. (Hasta la fecha de publicación de la entrevista)

ARSENIO ERICO (1934-1947) 293
Independiente y Huracán
ANGEL LABRUNA (1939-1959) 292
River Plate
HERMINIO MASANTONIO (1931-1945) 256
Huracán y Banfield
MANUEL PELLEGRINA (1938-1956) 231
Estudiantes y Huracán
JOSE SANFILIPPO (1953-63, 1966-67 y 1972) 226
San Lorenzo, Boca y Banfield
RICARDO INFANTE (1942-1961) 217
Estudiantes, Huracán y Gimnasia
OSCAR MAS (1964-1977, 1979, 1982 y 1985) 215
River, Quilmes, Sarmiento, M. Moreno y Huracán LH
BERNABE FERREYRA (1931-1939) 206
Tigre y River Plate
CARLOS BIANCHI (1967-1972 y 1980-1984) 206
Vélez Sarsfield
MIGUEL ANGEL BRINDISI (1967-76 y 1979-83) 194
Huracán, Boca y Unión
DELFIN BENITEZ CACERES (1932-1944) 193
Boca, Racing y Ferro
JOSE MANUEL MORENO (1935-48, 1950 y 1953) 187
River, Boca y Ferro
HUGO GOTTARDI (1973-1983 y 1986-1988) 186
Racing, Estudiantes y Talleres
ROQUE AVALLAY (1965-1980) 184
Indep., N.O.B, Huracán, Atlanta, Chac. y Racing
MARTIN PALERMO (1992-2000 y 2005-2008) 184
Estudiantes y Boca
JUAN JOSE PIZZUTI (1947-1962) 182
Banfield, River, Racing y Boca
FRANCISCO VARALLO (1931-1939) 181
Boca Juniors
JAIME SARLANGA (1935-1950) 171
Tigre, Ferro, Boca y Gimnasia
EMILIO BALDONEDO (1935-1945) 165
Huracán y Newell’s
LUIS ARTIME (1959-1968) 165
Atlanta, River e Independiente
NORBERTO ALONSO (1976-1987) 165
River y Vélez
CARLOS MORETE (1935-1948, 1950 y 1953) 160
River, Boca y Ferro
LLAMIL SIMES (1943-1956) 146
Huracán, Racing y Tigre
VICENTE DE LA MATA (1937-1952) 153
Independiente y Newell’s
MARIO BOYE (1941-1955) 152
Boca, Racing y Huracán
HECTOR SCOTTA (1970-1975 y 1979-1982) 152
Unión, San Lorenzo, Ferro y Boca
DIEGO MARADONA (1976-81, 1993 y 1995-97) 151
Argentinos, Boca y Newell’s

lunes, 6 de abril de 2009

"NO SE TERMINA TODO SI NO VAMOS AL MUNDIAL"

ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA FOX SPORTS EN AGOSTO DE 2007


OSCAR TABÁREZ CUENTA QUE ESTA CONFORME CON LO HECHO POR LA SELECCION EN VENEZUELA. MIENTRAS PIENSA EN SUDÁFRICA 2010, LE EXPLICA A FOX SPORTS SU PLAN DE TRABAJO.

En un ambiente tan triunfalista como el del fútbol es muy difícil encontrar consenso, algo que a veces no se consigue ni siquiera con resultados. Oscar Washington Tabárez posee una trayectoria que lo ubica en un lugar de privilegio. No hay muchos entrenadores que tengan sus pergaminos. Y no se trata sólo de resultados, sino de la confianza que cosechó durante tantos años de trabajo. Dirigió a equipos importantes de Argentina, Italia, España, Colombia… y Uruguay, por supuesto. Sin embargo, cada partido es un desafío nuevo en el que debe revalidar todos los títulos para mantener el apoyo. Para poder trabajar con tranquilidad.

–¿La gente, los medios y la crítica están acompañando a la Selección Uruguaya?
–Mayoritariamente, sí. Pero, a veces, la mayoría no es la que hace más ruido. No es una realidad exclusiva del Uruguay. De hecho, después de la Copa América hay dos entrenadores que no van a estar en la Eliminatoria (Nelson Acosta en Chile y Julio César Uribe en Perú). Eso es la resonancia, no sólo de los resultados, sino de la interpretación de esos resultados. Pero no es esencial. Me gustaría lograr siempre la aprobación de los que critican, pero no es imprescindible. Se puede ganar aun teniendo a mucha gente en contra. Hay que aprender a convivir con las críticas.
–¿Uruguay tiene valores jóvenes?
–Quisiera que fueran más y que estuvieran mejor fundamentados. Nuestro problema es demográfico. No tenemos la cantidad de buenos jugadores que pueden tener Argentina o Brasil. La esperanza pasa por considerar importante cualquier proyecto de buen jugador que tengamos y no perderlo. No nos podemos dar el lujo de perder ninguno. Y eso pasa por un trabajo organizado, no exclusivamente por la Selección. Por suerte, en Uruguay hay tres o cuatro equipos que trabajan muy bien en divisiones juveniles y que hacen un gran aporte. Pero hay otro ámbito que está descuidado y es el interior del país, que siempre ha dado muchos jugadores. Desde el punto de vista infraestructural y técnico, no es un medio que esté desarrollado para que un futbolista haga una carrera deportiva sin necesidad de venir a Montevideo.
–¿Uruguay se pierde muchos cracks por ese motivo?
–Siempre ha sucedido eso. Si un jugador se queda en el interior del país, está condenado a jugar quince partidos por año. Y eso no tiene nada que ver con las exigencias del fútbol competitivo. Para que no quede como única opción venir a un equipo de Montevideo, hay que tratar de darles la posibilidad a los chicos del interior de que jueguen al fútbol todos los domingos. Que se formen las Selecciones departamentales. Y que eso redunde en una mejor organización de las Selecciones nacionales. Que cuando un entrenador de la Sub 15 quiera formar una Selección, simplemente tenga que decir: “Va a venir aquél de Salto, aquél de Treinta y Tres y éste de Montevideo”. Pero que los haya visto crecer en su ámbito. Y que tengamos un fútbol nacional, por primera vez. Ahora es casi exclusivamente montevideano.
La Copa América de Venezuela fue una prueba importante para sacar conclusiones y seguir mejorando. El objetivo está puesto en llegar al Mundial. Sin embargo, el Maestro le quita dramatismo a los posibles resultados, aunque sin dejar de ser consciente de que la clasificación a Sudáfrica 2010 es una oportunidad magnífica de volver a estar entre los mejores.

–¿Uruguay fue la única Selección que supo jugarle a Brasil en la Copa América? –Creo que sí, sobre todo en el segundo tiempo. En el primero tuvimos inconvenientes con la velocidad de ellos por los laterales y con los espacios que encontraron por el centro. El primer gol de Brasil es un ejemplo: desborde por derecha y entrada de un mediocampista por el centro. En la segunda parte tuvimos más velocidad por los laterales, con dos futbolistas que tuvieron una muy buena actuación en el partido, como Maximiliano Pereira y Jorge Fucile. Y por momentos les impusimos el ritmo del partido. Además, un tema que no es menor para nosotros: cómo reacciona muchas veces un equipo uruguayo cuando va perdiendo. Sobre todo en estos últimos tiempos en que los resultados positivos no son tantos. Este equipo no le dio lugar a eso de pegar por impotencia. Tampoco empezamos a poner la pelota en el área rival para dividirla y tirarle centros a los defensas. Nos preocupamos por tocar hacia atrás la pelota y de jugar por afuera. No son temas menores teniendo en cuenta que ese segundo tiempo se empezó perdiendo 2 a 1. Y contra Brasil. Porque eso que se dijo, que Brasil no era la mejor expresión posible de su Seleccionado, lo tomo con pinzas. Con la cantidad de futbolistas que tiene a disposición, sus Selecciones son de primerísimo nivel aunque no estén Kaká y Ronaldinho. Por todo eso me deja conforme lo que hicimos en la segunda parte de la Copa. –¿Ese rendimiento fue un reflejo de lo que es el fútbol uruguayo hoy?
–No lo sé. Es lo que estamos proponiendo nosotros y lo que queremos ver del equipo dentro de la cancha. Creemos en lo de la garra, pero la garra es insistir en los conceptos futbolísticos más allá de cómo venga la mano. Aparecer en los momentos más difíciles y contra los rivales más encumbrados. Ese es el sentido que nosotros le damos, y no ciertas interpretaciones equivocadas: que garra es salir a amedrentar, a pegar por impotencia, a darle rienda a las urgencias, a olvidarse del trato de la pelota... No podría decir que es el nivel del fútbol uruguayo porque el profesionalismo uruguayo no es de una gran expresión futbolística, más allá de que hay muy buenas intenciones y algunos buenos equipos.
–¿Trabajar en la Selección de Uruguay implica tener tantas dificultades como tienen los clubes?
–Todo tiene vinculación. No podemos hacer de la Selección una isla. Tenemos condicionantes demográficos, económicos, organizativos y de infraestructura. Esas cosas influyen. Pero dentro de nuestras características podemos hacer un esfuerzo organizativo, mirar cómo se juega al fútbol en los niveles de elite y tratar de imitar los buenos ejemplos. Hemos hecho un proyecto y creemos que hay que apostar a los juveniles. Darles competición internacional y hacer un proceso de Selección para lograr la formación integral del futbolista. Son trabajos de largo plazo, pero todo se asocia a la misma idea. La de practicar el fútbol que se juega en este momento, más allá de que uno, al ser uruguayo, va a tener ciertos rasgos característicos, así como los tienen los argentinos y los brasileños. Pero no podemos pretender figurar si no seguimos los lineamientos básicos de lo que es el fútbol de elite en este momento.
–¿Hay apoyo desde todos los sectores para la Selección?
–Eso se intenta. Hay rasgos de la cultura futbolística de cada medio, positivos y negativos. No podemos cambiar las cosas de un día para otro y pretender que toda propuesta sea aceptada. Por ejemplo, sobre una inversión económica determinada, hay gente que la considera un gasto superfluo. Esto es subjetivo y parte de la cultura de cada lugar. Hay cosas que en otros medios más organizados no se discuten y en Uruguay, sí.
–¿Por ejemplo?
–Cuando a un partido por las Eliminatorias vienen futbolistas luego de haber jugado una fecha en España y miden 1,90m tienen que viajar en clase ejecutiva. Eso sale dinero, pero hay que considerar lo que uno se está jugando y lo que puede obtener. En Europa ni se discute eso. En Uruguay sí, porque hay una cultura deportiva que se ha hecho a la luz de las condicionantes económicas que hay. No es fácil, acá hay que tratar de convencer permanentemente.
–¿Qué es Sudáfrica 2010 para usted?
–La meta de nuestro trabajo. El contrato que firmamos con la Asociación Uruguaya termina después del Mundial. Ese es el gran objetivo y trabajamos para eso. Todo lo que estamos haciendo, y más allá del valor que tuvo la Copa América, es en función de tener un equipo que pueda ganar puntos y acercarnos a esa posibilidad. Para nosotros es muy importante. Tampoco hay que decir que se termina todo y que hay que bajar la cortina si no vamos al Mundial, porque eso lo vengo oyendo desde hace no sé cuantos años. El fútbol siempre sigue. Esto hay que hacerlo sin dramas. Pero la oportunidad que tenemos es ésta, y hay que aprovecharla.


18 Partidos
Son los que lleva dirigidos Tabárez en su segunda etapa en la Selección Uruguaya.

10 Victorias
Consiguió Tabárez desde el 21 de mayo de 2006, cuando Uruguay le ganó 1-0 a Irlanda.


“La adrenalina funciona donde hay pasión” Siempre es difícil comparar. Pero, si de gustos se trata, el Maestro Tabárez tiene los suyos. “A mí me entretiene y me gusta ver, por televisión, al fútbol argentino y al inglés. Y algunos partidos de la liga española. En el caso del fútbol argentino, por el entorno, por la pasión que se respira aun en una transmisión televisiva. Y el inglés por los códigos que tienen, sobre todo los futbolistas. Se sigue manteniendo eso de dar todo el día del partido, de no hacer trampas, de ver cada engaño como una afrenta al Fair Play o al espectáculo. Y lo que han logrado desde el punto de vista de la erradicación de la violencia... Ver esas canchas sin tejido y gente abrazándose con los jugadores cuando hay un gol. Es lindo para ver por televisión más allá de los aspectos técnicos”, cuenta.
Si de trabajo se trata, también tiene preferencias: “A uno le funciona más la adrenalina de lugares donde hay mucha pasión y mucha cultura futbolística. En el mundo actual se juega al fútbol en todos lados. Es el deporte más practicado del mundo. Pero son pocos los países con cultura futbolística, aquellos en los que el fútbol es una parte muy importante de la vida de los ciudadanos. No todos tienen cultura futbolística como acá en Sudamérica pueden tener Argentina, Brasil y Uruguay. Como la pueden tener, en Europa, Italia, Inglaterra y Alemania. Hay algunos más, pero pare de contar porque tampoco son tantos. La historia del fútbol es así. Quizá en esos lugares es más difícil ser entrenador, pero a mí, particularmente, también es donde más me gusta trabajar”.

La necesidad del roce internacional
El gran problema que se le presenta a Tabárez con los jugadores del medio local es la falta de roce internacional. “Nosotros tenemos que darles actividad internacional en la Selección Nacional. Por primera vez, desde hace mucho tiempo, jugamos doce partidos de preparación en un año. Para nosotros es imprescindible. ¿De qué otra manera un jugador joven puede adquirir experiencia internacional? Si no está en un club que va a la Libertadores o a la Sudamericana no tiene ni siquiera la mínima preparación. Y hay que dársela en la Selección, a partir de su etapa juvenil. Eso hicimos con Jorge Fucile y Maxi Pereira, por ejemplo”.