ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA FOX SPORTS EN DICIEMBRE DE 2007
EL PARKOUR ES UNA DISCIPLINA JOVEN Y EN CRECIMIENTO. SE TRATA DE SUPERAR OBSTÁCULOS NATURALES UTILIZANDO ÚNICAMENTE EL CUERPO. ADEMÁS DE UN DEPORTE, ES UNA FILOSOFÍA DE VIDA.
Todo comenzó a finales de los años ‘70 en Lisses, un suburbio parisino. Los pioneros fueron Sebastien Foucan y David Belle. El parkour (o arte del desplazamiento) es una disciplina que consiste en desplazarse por el medio (urbano o natural) superando los obstáculos que se presentan en el camino de la forma más fluida y eficiente posible, y sólo con las posibilidades que brinda el cuerpo humano. Raymond Belle, el padre de David, fue un destacado bombero y militar. El le enseñó a su hijo el llamado Método Natural de Georges Hébert, una disciplina utilizada en el ejército para superar obstáculos naturales usando solamente el cuerpo.
David adaptó entonces esta técnica a los recorridos por su ciudad, creando así una versión urbana y llamándola ‘le parkour’ (su nombre original, en francés), que significa ‘recorrido’. Así es como, junto a Sebastien Foucan y otros miembros, se formó el primer grupo de traceurs, los practicantes de le parkour.
Tiempo después, Sebastien Foucan emigró al Reino Unido, donde creó su propia versión, denominada ‘free running’, con una visión comercial y estética, aunque también continúa haciendo parkour. David Belle entonces, decidió fundar la Parkour Worldwide Association (PAWA), con el objetivo de difundir la actividad por el mundo y que todos los traceurs tomen contacto entre sí.
EXIGENCIA
“El parkour es una actividad apta para todos. No obstante, para practicarlo es necesario un estado de salud óptimo. Tanto la preparación física como la mental son vitales”, cuenta Walter David Bongard, actor y doble de riesgo que se dedica al parkour desde 2002 y es representante oficial de la PAWA.
Para practicarlo, casi no se usan accesorios. Sólo un calzado adecuado, con agarre al suelo y buena amortiguación. La ropa tiene que ser cómoda y permitir una gran movilidad.
Para los principiantes se recomienda el uso de protectores como precaución, para dejar de usarlos a medida que se avanza de nivel. No debe ser una costumbre llevarlos.
Los entrenamientos son duros y exhaustivos. Una de las maneras más difundidas es el entrenamiento de domingo a domingo, mañana y tarde. Consiste en tres horas por turno, repartidas de la siguiente manera: la primera hora de preparación física, la segunda de prueba de técnicas y la tercera para realizar la trazada. Siempre atendiendo y cuidando la seguridad. “Hay un concepto fundamental sobre nuestra actividad que la aleja de los deportes tradicionales: en el parkour no existen competencias ni líderes. El parkour se enfoca en la autosuperación”, agrega Bongard.
Las posibilidades económicas y algunos factores legales harán que lleve algunos años difundir mundialmente la actividad. Es por esto que PAWA ha desarrollado menciones de ‘representantes oficiales’ para los traceurs más experimentados de cada país y de ‘corresponsales’ para los que les siguen, con el objetivo de lograr que el parkour sea considerado deporte. “Lo que hemos conseguido es un muy buen nivel de aceptación en la sociedad. La semillita ya está plantada. Hay que acompañar y cuidar su crecimiento”, reflexiona Bongard.
Una regla importante en el parkour es no retroceder. Su lema: ‘Ser y durar’.
>> Un estilo de vida
El parkour es una actividad que está en constante crecimiento. “No es sólo una disciplina deportiva, también es una filosofía de vida”, explica Walter Bongard. Desde que se creó, han surgido derivados como el free running, que se enfoca en la cuestión estética, por ejemplo. Pero el parkour mantiene firmes sus principios fundacionales. Para los ‘traceurs’, el parkour aporta una visión diferente para enfrentar distintas situaciones de la vida cotidiana. “El parkour es como la vida real”, continúa Bongard. “Cuando tienes obstáculos en el camino debes superarlos, avanzar sin detenerte y seguir siempre hacia adelante”, sostiene. Eso es el parkour: el arte del desplazamiento superando obstáculos. Tanto por un bosque como por una ciudad, utilizando solamente las posibilidades que nos brinda nuestro cuerpo, de la manera más técnica, rápida y fluida posible. Se necesita un entrenamiento arduo desde lo físico hasta lo mental. “Cuando tienes un obstáculo delante tuyo, allí es donde comienza el parkour. Ser y durar es nuestro lema”, concluye Bongard.
Para más información: www.pka.com.ar
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