ARTICULO PUBLICADO EN LA REVISTA FOX SPORTS EN NOVIEMBRE DE 2007
DESDE MIAMI, ENZO FRANCESCOLI SIGUE, COMO SIEMPRE, LA ACTUALIDAD DE LA SELECCION URUGUAYA. RECONOCE EN EL MAESTRO A UN GRAN DIRECTOR TECNICO Y A UNA PERSONA INCLUSO MEJOR, Y TIENE FE EN QUE LA CELESTE CLASIFICARA AL MUNDIAL DE SUDAFRICA 2010.
Enzo Francescoli está en una etapa de su vida en la que no tiene que resolver situaciones de un día para el otro. Tampoco tiene que tomar decisiones apresuradas como sucedía cuando se calzaba una camiseta de fútbol. Sus tiempos son distintos y el paso de los años lo ha puesto en otro lugar. “Disfruto de otras cosas y estoy cerca del fútbol, pero como hincha. Sigo a River y a la Selección. El fútbol me enseñó a vivir el presente y a pensar poco en el futuro”, explica.
–¿Vio el comienzo de las Eliminatorias? ¿Qué le parecieron los equipos?
–Sí. Vi casi todos los partidos y, por supuesto, los dos de Uruguay. El equipo está bien. Empezó con un gran partido ante Bolivia. La segunda fecha no la jugó mal, pero no tuvo la misma profundidad y cometió un error que le permitió a Paraguay hacer la ventaja en un partido que se presentó bastante parejo. Pero, por lo que se vio en estas primeras fechas, Argentina y Brasil están un paso más allá del resto. Siguen siendo los mejores de América. Después están Uruguay, Paraguay y Chile, que creo que con Marcelo Bielsa ha tomado otra dimensión. Es un equipo mucho más agresivo y que va en busca del resultado desde el inicio. Pero la Eliminatoria es muy larga y nadie puede hacerse una idea y definir lo que va a pasar dentro de casi tres años. Uruguay tiene un equipo que está bien y poco a poco se va haciendo más regular. Esto es importante en una competencia tan larga y le tengo mucha fe para clasificar al Mundial de Sudáfrica.
–¿Los problemas estructurales que tiene la Selección de Uruguay siguen siendo los mismos que cuando usted jugaba?
–Sí, están igual que en la época en la que jugaba yo. En Uruguay no hay un solo problema sino que son muchas pequeñas cosas sumadas. Una, por ejemplo, es hacer que los jugadores viajen en primera clase. Son detalles que lamentablemente no existen en Uruguay. Se puede mejorar y hacerlo está en la gente que está al frente de la Asociación. Parece una tontera, pero hace que los jugadores se sientan mejor, más descansados y, por sobre todo, más respaldados.
–¿Lo consultan los dirigentes?
–No, para nada.
–¿Le gustaría aportar lo suyo en Uruguay?
–Eso no depende de mí, sino de la gente que está al mando y que pueda tener interés en que yo participe de algún modo en este tipo de cosas. Pero no depende de mí, más allá de que yo tenga o no ganas. De pedírmelo, haría lo posible por ayudar, pero no está en mis manos.
–¿Es Oscar Tabárez el técnico indicado para este momento?
–Va a depender de los resultados. Tiene todo como para serlo; eso es lo importante. El fútbol exige resultados y, de acuerdo a cómo le vaya en la Eliminatoria, va a poder seguir. El es el primero que lo sabe. Tiene experiencias importantes, no sólo en equipos sino a nivel Selección. Estuvimos juntos en el Mundial del ‘90. Va a depender de cómo lo acompañen los resultados, pero es un gran técnico y sobre todo es una muy buena persona.
–¿A qué jugadores ve como referentes de este equipo?
–Fabián Carini y Diego Lugano son los de más experiencia en una formación que poco a poco se va amalgamando. Tiene jugadores muy importantes, como Diego Forlán. Cristian “Cebolla” Rodríguez está en un gran nivel y espero que pueda continuar así. Además, tiene variantes. Hay jugadores como Sebastián Abreu que va muy bien de cabeza. Está bastante equilibrado Uruguay; la figura es el equipo. Sin embargo, los más experimentados le pueden dar un plus.
–¿Se está redefiniendo el concepto de garra en los jugadores?
–No tengo mucho trato con ellos, pero sí la sensación de que Uruguay tiene la historia que tiene no sólo por su garra, sino por su buen fútbol y por haber contado con grandes jugadores. Es mucho más que garra. Esto también es parte de esta Selección. Con una sola cosa no se gana: ni con garra, ni solamente jugando bien. Es un conjunto de factores, entre ellos el más importante: jugar bien. La famosa garra es, en definitiva, estar con un ánimo importante. Esta Selección, como las de antes y las que vendrán, debe intentar eso. Tener las dos cosas para ganar.
Francescoli reparte sus días entre Miami y Buenos Aires. Allí, su nombre es uno de los primeros en barajarse cada vez que el equipo que hoy dirige Daniel Passarella atraviesa momentos de zozobra. Los hinchas millonarios sueñan con volver a verlo en Núñez.
–¿Tiene en mente ser entrenador alguna vez? Siempre se lo menciona en River…
–Agradezco el cariño y la confianza de la gente de River para querer que yo esté en el club, pero los tiempos no son adecuados. El fútbol es una actividad full time, y al estar aquí no es posible. Quizá pueda ser más adelante, va a depender de un montón de cosas. De que River no tenga técnico, de que yo haga el curso y de que pueda dedicarme por completo a eso.
–River está pasando un momento complicado en lo institucional y tiene problemas con los barrabravas. ¿Usted tuvo algún inconveniente mientras jugó en el club?
–En década del ‘80, cuando estuvimos casi dos meses de huelga, hubo enfrentamientos de palabra con chicos de la barra. Siempre fue así. No hay que ser hipócrita. Esto no es de hoy ni de hace diez años, sino de toda la vida. El hincha siempre está ahí, cerca del jugador, del plantel. Lo alienta y lo presiona para ganar. En mi caso, nunca ha pasado a mayores como para tener problemas con hinchas o con gente del club.
–¿Cómo jugaría un equipo suyo?
–Estoy convencido de que primero tendría que ver a los jugadores que tengo y después hacer mi táctica. No puedo tener una sin conocer a los jugadores. Ellos son los que hacen las cosas, en definitiva.
–¿El enganche es un puesto que está desapareciendo?
–Está un poco en extinción por la táctica de los técnicos o de los equipos. Si uno lo tiene es bueno utilizarlo. Los equipos con un enganche con las cualidades que debe tener hacen la diferencia. Lo ha demostrado Boca con Juan Román Riquelme, en su momento fue Marcelo Gallardo en River. Siempre y cuando tengas el enganche típico. Mi criterio es usarlo, pero va a depender de si lo tenés en el plantel y de que tu táctica lo permita. Desde la época en la que yo jugué hasta hoy, ha cambiado. El enganche clásico se ha ido diluyendo con las nuevas tácticas.
EXPEDIENTE
>Nombre completo
Enzo Francescoli Uriarte.
>Fecha y lugar de nacimiento
12 de noviembre de 1961, en Montevideo.
>Trayectoria
Montevideo Wanderers (1980-1982), River Plate (Argentina, 1983-1986), Racing de París (Francia, 1986-1989), Olympique de Marsella (Francia, 1989-1990), Cagliari (Italia, 1990-1993), Torino (Italia, 1993-1994) y River Plate (Argentina, 1994-1997). Con la Selección participó en los Mundiales 1986 y 1990, y ganó 3 Copas América: ‘83, ‘87 y ‘95.
18 AÑOS
... tenía cuando debutó en Primera División de Montevideo Wanderers, en 1980.
En 1996, la revista francesa ‘Planète Foot’ lo eligió como uno de los 50 mejores futbolistas de todos los tiempos.
73 VECES
... vistió la camiseta de la Selección Uruguaya. Marcó
28 goles.
En 1984 fue elegido “Mejor Jugador Sudamericano” por el diario venezolano El Mundo. En 1995 obtuvo la misma distinción del diario El País.
114 GOLES
... convirtió en River Plate por torneos locales. Es el máximo goleador uruguayo del fútbol argentino.
GRANDES AMISTADES
>>Los amigos de Enzo
Alejarse de las rutínas del fútbol le dio a Enzo Francescoli nuevos tiempos personales. Más relajado, llegó el momento de compartir noches de fútbol con amigos, especialmente para enaltecer con su presencia los partidos de despedida de grandes figuras. Así estuvo presente junto al colombiano Carlos Valderrama y al chileno Iván Zamorano en Barranquilla. O en Buenos Aires, cuando Maradona tenía su programa de TV.
>>La revancha
En 1986, River conquistó su primera Copa Libertadores, pero él justo se había marchado a París para incorporarse al Racing. Diez años después pudo levantar el trofeo con la banda roja, ante el mismo rival del ‘86: América de Cali.
>>La despedida
60 mil personas colmaron el estadio Monumental para verlo jugar por última vez, la tarde del 1º de agosto de 1999. Fue un amistoso frente a su querido Peñarol que puso fin a una historia de 182 partidos y 136 goles con la banda roja.
5 AÑOS
Son los que pasaron desde que dejó su residencia en Buenos Aires para radicarse en Miami.
DESPUÉS DEL FÚTBOL
Hace ya cinco años que Enzo Francescoli está radicado en los Estados Unidos. Allí, en Miami, es el CEO (máximo responsable) de una empresa de medios que se dedica a transmisiones deportivas. “Estoy bastante ocupado y no me dedico a otra cosa”, cuenta.
De todos modos, su actividad le permite viajar hacia el Río de la Plata. Cuando está en Argentina aprovecha para pasar por su antiguo club, River Plate, y darse el gusto de compartir largos momentos junto a ex compañeros y amigos. “He ido a jugar algunos lunes con los veteranos. Hay un torneo y me da mucho placer porque me reencuentro con muchos jugadores que he conocido durante mi carrera, no solamente con ex compañeros”.
Son sólo visitas, pero el deseo es regresar: “Estoy en Miami más que nada por el tema del trabajo. Mi idea es, en el futuro, volver definitivamente a Buenos Aires o a Montevideo”.
La vida después del fútbol le permitió también mayor dedicación a su familia, más cercanía con sus afectos.
Su hijo Marco, el más chico, intenta seguir sus pasos. Tuvo su bautismo en el fútbol europeo: el año pasado estuvo en una prueba del Cagliari, donde Enzo jugó entre 1990 y 1993.
La foto es histórica: Francescoli junto a sus hijos, la única vez que vistió la camiseta de Peñarol. Fue en 1999, cuando el Manya cumplió 108 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario