viernes, 17 de abril de 2009

MARTIN PALERMO: ILUMINADO

ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA FOX SPORTS EN MARZO DE 2008

EN UNO DE LOS MEJORES MOMENTOS DE SU CARRERA, EL GOLEADOR DE BOCA VA POR MÁS RECORDS Y TITULOS. A LOS 34 AÑOS, SIGUE AFIRMÁNDOSE COMO EL MEJOR DELANTERO DEL FÚTBOL ARGENTINO.

Siempre trato de meterme en esto, que es lo que me gusta hacer. No hay nada que me perturbe en el momento de salir a la cancha llena y ver a la gente de Boca... De hacer un gol y disfrutarlo con la gente… Eso es lo fundamental. Hay que dejar un poco de lado todo, mentalizarse en que se está adentro de una cancha y disfrutar”. Y Martín Palermo disfruta del fútbol. Algo que no suele escucharse muy seguido en los protagonistas. Además, lo demuestra día a día. Alcanza con verlo en los entrenamientos de Boca: Palermo sonríe con sus compañeros, se divierte con la pelota y entiende que tiene una profesión de privilegio, tan intensa como efímera.
Esta etapa de su carrera es dorada, como otras que tuvo, pero también supo de momentos salados. Es esa capacidad de disfrutar la que parece hacer de Palermo una persona con un ímpetu que le permite saltar obstáculos que aparentan ser insuperables. Como cuando en 1995 no tenía lugar en el ascendido Estudiantes de La Plata por decisión del entonces entrenador Miguel Angel Russo. Pudo haber pasado a San Martín de Tucumán, pero una diferencia económica entre los clubes frustró la transferencia y tuvo que quedarse a esperar que cambie la situación. Y cambió. Con goles. Siempre con goles, por supuesto.
Otro momento frustrante de su carrera fue la lesión que sufrió en 1999 (año en el que Boca se consagró bicampeón), antes de marcar frente a Colón su gol 100 en Primera División. Estuvo sin jugar 193 días, pero nuevamente el desenlace de la historia sería feliz. Ni más ni menos que frente a River, por la Copa Libertadores 2000, el 24 de mayo en La Bombonera. “Si lo ponen a Palermo, yo pongo a Francescoli”, había dicho Américo Gallego, técnico ‘Millonario’, en relación al regreso de Martín a las canchas. El final de ese juego, y su grito, son recordados.
Siempre el gol como detonador de descarga para alegrías y tristezas. Afuera de la cancha, Palermo parece tímido y mantiene una prudente distancia con toda la histeria que a veces lo rodea.

–¿Qué objetivos pasan por tu cabeza en este momento? ¿El record de goles, el campeonato, la Copa Libertadores?
–Principalmente, tratar de seguir rindiendo y ganando cosas como el campeonato y la Libertadores. Lo de los goles se fue dando. Es algo lindo, que motiva, pero tampoco me obsesionó nunca como para no estar pensando en lo grupal. Ganar un título es lo principal.
–¿Boca es el gran candidato en la Copa Libertadores?
–Más que ‘gran candidato’, tenemos que defender el título del año pasado. Entonces, al tener que defenderlo uno siempre tiene la marca de candidato. Pero lo vamos a defender por cómo somos nosotros, por lo que es Boca y el protagonismo que debe tener. Boca va a demostrar lo que es.
–¿Sería un fracaso no ganarla?
–No. Eso será cuando se dé. Es muy difícil pensar qué pasaría si sucede tal cosa. Ya iremos pasando las fases y viendo hasta qué punto podemos llegar.
–¿Te pone ansioso que a veces se hable más de tus goles que del equipo?
–No, eso también se va dando. Si he llegado a hacer la cantidad de goles que hice no fue por obsesionarme con eso, sino porque se dieron las cosas conjuntamente con el equipo, partido tras partido. Y se seguirán dando hasta que no tenga más esta camiseta. Ahí veré a qué cantidad llego.
–¿Te queda algo por lograr en el fútbol?
–Por ahora no. Pero no importa, porque cuando uno menos se lo imagina, algo nuevo aparece. Algún gol importante, un triunfo, alguna copa. Dejemos que las cosas sucedan como hasta ahora. Muchas fueron importantes y, de acá a que termine mi carrera, van a pasar muchas más.

Esta última definición tal vez justifique el apodo de ‘optimista’ con el que lo bautizó Carlos Bianchi. La principal característica de esta virtud está en el enfoque con que se aprecian las cosas: así como está la posibilidad de empeñarse en descubrir inconvenientes y dificultades, el optimismo implica hacer ese mismo esfuerzo para encontrar soluciones, ventajas y posibilidades. Y Palermo parece tener expectativas positivas a cada momento y una gran creencia en su propia capacidad de alcanzar metas.
Ante cada situación traumática no sólo ha salido fortalecido, sino que además ha encontrado réditos. Eso no quiere decir que no haya tenido bajones. Las lesiones largas lo hicieron dudar sobre si volvería a ser el de siempre. En noviembre de 2001, festejando un gol que hizo para el Villarreal, la presión de los aficionados españoles hizo ceder una valla de contención, que le cayó en la pierna derecha y le quebró tibia y peroné. “Después de la fractura, me agarró una angustia terrible y no quería salir de mi habitación”, contó luego. Situaciones como ésa lo han templado. Por eso no se desesperacuando no convierte. Los goles son un objetivo, no una presión. Aunque tal vez el momento más duro haya sido en agosto de 2006, por la pérdida de su hijo Stéfano, que había nacido en un parto prematuro.
En esa oportunidad aparecieron de nuevo los goles para descargar la tensión y seguir adelante con el dolor encima. Fueron dos a Banfield, festejados con lágrimas en los ojos.
Por esta forma de encarar las cosas, la Selección es una historia que sigue abierta para él. Su experiencia con la albiceleste es de 7 partidos y 3 goles, quedando marcado por el record Guinness de errar tres penales en un mismo partido durante la Copa América 1999, en la derrota 0-3 frente a Colombia. Desde entonces no volvió a ser convocado. Hay quienes sostienen que su momento ya pasó. Otros siguen pidiendo por él, como Ariel Ortega: “Si hay un jugador que merece estar en la Selección es Martín Palermo”, sentenció el ‘Burrito’.

–¿Seguís esperando una convocatoria?
–No está cerrada la posibilidad. Mantengo la esperanza de volver. Tengo la ventaja de que el ‘Coco’ me conoce. Ya trabajamos juntos en Boca. Espero el momento, y cuando se tenga que dar, se dará. Mientras, sigo en Boca disfrutando día a día, pensando en seguir logrando cosas y en quedar en la historia del club.
–¿Sentís que para la Selección los goles convertidos en Argentina valen menos que los que se marcan en Europa?
–Eso es en general. Y no sólo para los goleadores, también pasa en otros puestos. Muchos jugadores de acá podrían llegar a estar en la Selección. Pero creo que si Basile lo ve de esa manera es porque tiene en cuenta el mejor momento de cada jugador. Por eso están los que están.

Dentro de la cancha, Palermo ha vivido situaciones insólitas de todo tipo. Algunas vale la pena recordarlas. Los cuatro goles a Gimnasia y Esgrima La Plata fueron unmomento increíble, teniendo en cuenta que parte de su corazón es de Estudiantes, equipo al que le convirtió tres en un mismo encuentro. En dos de los cuatro al Lobo, Palermo fue asistido por su gran socio futbolístico: Guillermo Barros Schelotto.
La historia con los mellizos comenzó con enemistad en la niñez y continuó en las inferiores de ambos equipos platenses. Los tres llegaron a Boca en 1997 cuando el DT era Héctor ‘Bambino’ Veira. Martín y Guillermo compartían la habitación en la concentración del Hotel de las Américas y a partir de allí comenzó a gestarse una relación personal y futbolística única. Más allá de que Palermo ha jugado con otros grandes futbolistas, guarda un recuerdo muy especial de aquella dupla.
–¿Hay algún jugador con el que hayas tenido una afinidad similar a la que tuviste con él? –No. Con ningún otro jugador logré la afinidad que tuve con Guillermo. Es única.
–¿Y con Juan Román Riquelme?
–Con Román hay un conocimiento previo y hemos jugado juntos mucho tiempo, pero no llegamos a ser algo parecido a lo que era con Guillermo.

Su paso por el fútbol español, entre 2001 y 2004, también le dejó cosas positivas, aunque tal vez no haya alcanzado la notoriedad que se propuso. Vistió las camisetas de Villarreal, Betis y Alavés, este último en 2ª División. En el Submarino Amarillo no la pasó nada bien. “No estoy arrepentido de nada, pero siento que perdí dos años y medio. También tuve una lesión bastante boba... La verdad, no disfruté nada de mi trabajo. A veces, en soledad, pensaba en Boca y, al comparar, la diferencia era abismal”, explicó Palermo cuando arribó al Betis. Ni en su peor momento en Estudiantes, cuando Russo no lo tenía en cuenta, la pasó tan mal. En el conjunto sevillano marcó 1 gol en 12 partidos y en el Alavés, 3 en 14. Pero el saldo fue positivo más allá de los momentos difíciles. Palermo comprendió que Boca era su lugar en el mundo y que ahí sería feliz.
Sin embargo, también le tocó perder con la camiseta xeneize. Y las derrotas le duelen mucho, como lo demostraron sus lágrimas en la final del Mundial de Clubes. Otro mal recuerdo es la increíble forma en que Boca perdió el Apertura 2006. Aunque Palermo fue duro con Ricardo La Volpe, hoy prefiere no entrar en polémicas: “No hago ninguna otra evaluación de eso. Estudiantes nos ganó y no hay nada nuevo fuera de lo que pasó en la cancha”, sentencia.
El 7 de noviembre cumplirá 35 años, un número que lo lleva a reflexionar sobre el final de su etapa goleadora. Le gustaría terminar su carrera en Boca, pero entiende cómo funciona el fútbol y sabe que todo es posible.

–¿Le pusiste una fecha de vencimiento a tu carrera?
–Todavía no; aunque lo pienso. Sé que queda poco tiempo, pero no sé cuánto. Depende del físico y de las ganas. Todo eso me dará la medida de cuándo decir basta.

1er GOL EN BOCA
Se lo anotó a Independiente por el Torneo Apertura 1997. Esa tarde, los Xeneizes ganaron 2-1. A Boca lo dirigía Héctor Veira.

NÚMERO 1 DEL PLANETA
Los votantes del sitio fifa.com en español lo eligieron como el Mejor Cabeceador del Mundo, por delante del cañonero alemán Miroslav Klose.

180 GOLES
Son los que Palermo marcó en Boca, sumando torneos locales y copas internacionales. (Hasta la fecha de publicación de la entrevista)

12 TÍTULOS
Son los que ganó Palermo con la azul y oro. El primero fue el Torneo Apertura 1998. (Hasta la fecha de publicación de la entrevista)

Homenaje al gol
Martín Palermo y sus goles generan mucho más que alegrías. Puma creó la campaña ‘Homenaje al optimista del gol’, lanzada el domingo de su gol número 180 con la camiseta de Boca: una edición exclusiva de 180 pares de botines Borussia azul y oro. Cada par corresponde a cada uno de los goles que Palermo convirtió y lleva una inscripción que detalla aquel momento. Quienes ingresaron a www.losbotinesdepalermo.com obtuvieron pistas para encontrar uno de los 180 botines escondidos por Buenos Aires.
En el ranking de goles, el más votado es el 73, aquel que le marcara a River por la Copa Libertadores de 2000. Segundo en las preferencias aparece otro gol a River, el que significó la victoria 2-1 en el Apertura 1999. El tercero más votado es el segundo que le hizo al Real Madrid por la Copa Intercontinental 2000.

Un goleador indiscutible
Más allá de goles, títulos y records, Martín Palermo todavía es discutido. Los argumentos para resistirlo son sus condiciones técnicas, su mal paso por Europa o que le falta nivel de Selección; críticas apuntaladas por la antipatía que el personaje despierta en los rivales. Pero es un goleador extraordinario con una técnica depurada en función del lugar que ocupa en la cancha y de la enorme responsabilidad que tiene: convertir goles. Los marcó bajo todas las circunstancias y haciendo valer su jerarquía en momentos importantes. Maquilla sus falencias potenciando al máximo sus virtudes, como el cabezazo, la zurda y esa capacidad innata de ubicuidad para estar siempre cerca del gol. ¿Se le puede exigir algo más a un centrodelantero? Nada. Palermo no necesita que lo defiendan: los goles son sus mejores patrocinantes.

>>LOS PROFESIONALES
Estos son los 27 futbolistas que sobrepasaron la barrera de los 150 goles desde que se instauró el profesionalismo, en 1931. Martín Palermo está 15º. Ahora, su objetivo es meterse en el Top 10. (Hasta la fecha de publicación de la entrevista)

ARSENIO ERICO (1934-1947) 293
Independiente y Huracán
ANGEL LABRUNA (1939-1959) 292
River Plate
HERMINIO MASANTONIO (1931-1945) 256
Huracán y Banfield
MANUEL PELLEGRINA (1938-1956) 231
Estudiantes y Huracán
JOSE SANFILIPPO (1953-63, 1966-67 y 1972) 226
San Lorenzo, Boca y Banfield
RICARDO INFANTE (1942-1961) 217
Estudiantes, Huracán y Gimnasia
OSCAR MAS (1964-1977, 1979, 1982 y 1985) 215
River, Quilmes, Sarmiento, M. Moreno y Huracán LH
BERNABE FERREYRA (1931-1939) 206
Tigre y River Plate
CARLOS BIANCHI (1967-1972 y 1980-1984) 206
Vélez Sarsfield
MIGUEL ANGEL BRINDISI (1967-76 y 1979-83) 194
Huracán, Boca y Unión
DELFIN BENITEZ CACERES (1932-1944) 193
Boca, Racing y Ferro
JOSE MANUEL MORENO (1935-48, 1950 y 1953) 187
River, Boca y Ferro
HUGO GOTTARDI (1973-1983 y 1986-1988) 186
Racing, Estudiantes y Talleres
ROQUE AVALLAY (1965-1980) 184
Indep., N.O.B, Huracán, Atlanta, Chac. y Racing
MARTIN PALERMO (1992-2000 y 2005-2008) 184
Estudiantes y Boca
JUAN JOSE PIZZUTI (1947-1962) 182
Banfield, River, Racing y Boca
FRANCISCO VARALLO (1931-1939) 181
Boca Juniors
JAIME SARLANGA (1935-1950) 171
Tigre, Ferro, Boca y Gimnasia
EMILIO BALDONEDO (1935-1945) 165
Huracán y Newell’s
LUIS ARTIME (1959-1968) 165
Atlanta, River e Independiente
NORBERTO ALONSO (1976-1987) 165
River y Vélez
CARLOS MORETE (1935-1948, 1950 y 1953) 160
River, Boca y Ferro
LLAMIL SIMES (1943-1956) 146
Huracán, Racing y Tigre
VICENTE DE LA MATA (1937-1952) 153
Independiente y Newell’s
MARIO BOYE (1941-1955) 152
Boca, Racing y Huracán
HECTOR SCOTTA (1970-1975 y 1979-1982) 152
Unión, San Lorenzo, Ferro y Boca
DIEGO MARADONA (1976-81, 1993 y 1995-97) 151
Argentinos, Boca y Newell’s

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