ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA SPORTWEEK EL 15 DE NOVIEMBRE DE 2008
Versión original en castellano
La ciudad de Tandil está ubicada en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, a 331 kilómetros de la Capital Federal y a 169 de Mar del Plata, la ciudad elegida como sede de la final de la Copa Davis. En Tandil nacieron los futbolistas Mauro Camoranesi, Juan Ignacio “Nacho” Castillo y Mariano González. Allí nació y todavía vive, el famoso experto en naipes René Lavand, reconocido internacionalmente por realizar sus ilusiones con la mano izquierda ya que perdió la derecha a los nueve años en un accidente. En Tandil también nacieron los tenistas profesionales Juan Mónaco, Mariano Zabaleta, Diego Junqueira y Máximo González, entre otros. Y en esta ciudad, de poco más de cien mil habitantes, llegó al mundo el 23 de septiembre de 1988, Juan Martín Del Potro, uno de los jugadores más destacados de 2008 en el circuito de la ATP.Versión original en castellano
A “Juanma”, como le dicen en su ciudad, siempre le gustó mucho jugar el fútbol. Lo hacía en el club Independiente de Tandil. Cuando llegaba temprano esperaba a sus compañeros en las canchas de tenis. Hasta que un día le prestaron una raqueta. Hoy tiene 20 años y 4 títulos. Y todavía le falta jugar la final de la Copa Davis.
Del Potro sigue viviendo en Tandil aunque pasa mucho tiempo entrenándose en Buenos Aires. “Las cosas no han cambiado para mí. Lo que cambiaron son los resultados”, cuenta con la expresión seria. Y agrega: “Yo sigo siendo el mismo y me gusta estar con la gente de mi ciudad que me banca en todo momento”.
-¿Extrañás Tandil cuando estás lejos?
-Sí, bastante. Estar en mi casa, comer asado y estar con mis amigos. Es una ciudad muy tranquila dónde me siento muy cómodo.
-Medís 1,98 metros. ¿No te impulsaron a jugar otro deporte por tu estatura?
-Querían que juegue al fútbol. Jugaba de cinco o de ocho y andaba bastante bien. De chico prefería el fútbol, pero a los once años me tuve que decidir y elegí el tenis. Soy hincha de Boca y de la Juventus, dónde juega Mauro Camoranesi.
-¿Lo conocés?
-Sí, en Tandil nos conocemos todos. Incluso lo fui a ver jugar.
-Tu papá Daniel jugó al rugby, ¿nunca probaste con ese deporte?
-No. Tengo muchos amigos que lo juegan pero lo mío era el fútbol.
-¿Lo practicas seguido?
-Sí, cuando estoy en Argentina. Cada vez que puedo juego un partido de fútbol. Tenis… lo menos posible, ja.
-¿Qué ídolos deportivos tenés?
-Michael Jordan y Lance Armstrong son ídolos a nivel mundial. En el tenis, Roger Federer y Rafael Nadal son dos tipos para imitar. Y después, el ídolo de todos los argentinos: Diego Armando Maradona.
La mamá de Juan Martín, Patricia, es maestra de literatura en un colegio y ayuda a chicos carenciados. Su padre es veterinario y trabaja en el campo. La más pequeña de la familia, y la debilidad de todos es su hermana Julieta, de 16 años. A ella le regaló el Mercedes Bens CLK que ganó en julio cuando conquistó su primer torneo de ATP, en Stuttgart. Pero el dolor también es parte de la vida de Del Potro que después de cada triunfo adentro de una cancha se persigna en recuerdo a su hermana mayor que falleció en un accidente cuando era más chico.
-¿Se alteró la rutina de tu familia por el momento que estás pasando?
-No. Cada uno sigue con lo suyo. Con sus trabajos y sus estudios. Por eso no me siguen en los viajes. Ellos saben que estoy bien acompañado por mis entrenadores y se quedan tranquilos.
-¿En qué momento comprendiste que podías alcanzar el nivel en el que estás jugando?
-Cuando gané mi primer torneo de ATP en Alemania. Fue mi primera final y el rival fue Richard Gasquet. Ahí me dije: `Ahora puedo dar más con mi juego´. Gané el segundo torneo y me dije: `Esto no fue de casualidad, puedo estar ahí´. Fui confiando mucho más en mi juego. Y eso es fundamental. Porque cuando uno está con confianza y cree en sí mismo te pueden poner a cualquiera adelante que vos vas a ir al frente.
-¿Cuál ha sido el rival más complicado que enfrentaste hasta el momento?
-Hay un partido que me gustó mucho que es el que le gané Gilles Simón en el US Open, en cinco sets. El le ha ganado hace poco, en el Master Series de Madrid, a Roger Federer, Rafael Nadal y Andy Roddick. Los tenistas que más me han costado y me cuestan son Federer, Nadal y Andy Murray.
-¿Qué cosas creés que te faltan para mejorar?
-Muchas: el saque, el físico y los movimientos, por ejemplo. Día a día siempre aparece algo para mejorar. Hasta los grandes jugadores tienen cosas para mejorar. Eso se logra entrenando y con tiempo.
-¿Cuánto tuvo que ver tu cambio de entrenador?
-Mucho. Fue una gran decisión arrancar con Franco Davín. Él me ayudó muchísimo para llegar adónde estoy hoy.
-¿Tenés psicólogo?
-Nunca tuve. Prefiero hablar mucho con mi entrenador y nada más que eso.
-¿Qué posibilidades tiene el equipo argentino de ganar por primera vez la Copa Davis?
-Yo me siento muy bien y David (Nalbandian) también. Estamos todos muy contentos, esperando ese momento y con ganas de jugar. Tanto nosotros como la gente queremos ganar. Sabemos que tenemos un gran equipo enfrente. Ellos son grandes jugadores, pero nosotros tenemos la ventaja de jugar de local, con nuestra gente. Además, cambiamos la superficie. Hay que aprovechar esas diferencias.
-¿Va a ser importante el apoyo del hincha argentino?
-Será clave sentir a diez mil o doce mil personas, las que estén en el estadio, hinchando por nosotros, gritando para adelante. Sabiendo que los españoles entienden el idioma. Eso quizás los pueda desconcentrar a ellos.
-¿Cuál es la diferencia entre jugar la Copa Davis y otros torneos?
-La Davis es como la selección de fútbol. Es algo que no juega todos los días. Jugás en equipo, no sos vos sólo. Si ganás, gana el equipo. Si perdés, pierde el equipo. En otros torneos podés perder, tener un mal día o no jugar que no pasa nada. En cambio en la Davis si te pasa algo perjudicás a todo un equipo. Además, tenemos un capitán, Alberto “Luli” Mancini, y hay que respetar y hacer lo que él dice. En el circuito hacemos lo que nos gusta y arreglamos todo de acuerdo a nuestro parecer.
Por ahora Delpo, otros de sus apodos, no tiene novia. “Estoy dedicado al tenis y nada más”, responde. Aunque reconoce que le gustaría casarse antes de abandonar el tenis profesional para poder viajar un tiempo con su esposa.
Y más allá del deporte sueña con otras cosas. Porque sabe que hay vida después del tenis. “Hace dos años terminé el colegio secundario. Por ahora no tengo tiempo pero me gustaría arquitectura. Todavía soy joven y algún día ojalá pueda hacerlo”.
Versión publicada en italiano
La cittá di Tandil si trova a sud-est di Buenos Aires, a 331 km dalla capitale, e a 169 da Mar del Plata, dove da venerdì prossimo 21 novembre si disputa la finale di Coppa Davis fra Argentina e Spagna. Di Tandil è il campione del Mondo Mauro Camoranesi. Di lì sono i tennisti Juan Monaco, Mariano Zabaleta, Diego Junqueira e Máximo González. Ma, ora, la gloria locale di questa città di poco più di 100 mila abitanti è Juan Martín Del Potro, 20 anni, n.8 del ranking, la rivelazione del tennis 2008 (4 trionfi, era n.8i ad inizio aprile) e artefice del punto decisivo in semifinale di Davis con la Russia. Juanma con David Nalbandian difenderà i colori biancocelesti in finale di Davis. Da piccolo Del Potro era, in relata, innamorato del calcio. Lo giocava nell´Independiente di Tandil. Quando, spesso, arrivava all'allenamento in anticipo, aspettava i suoi compagni sui campi da tennis. Finché un giorno lo invitarono a giocare e gli prestarono una racchetta. E tutto ebbe inizio. «Le cose per me non sono mutate. Quel che è cambiato sono i risultati», racconta. «lo sono lo stesso, mi piace stare con gli amici e i concittadini che mi sopportano e supportano sempre».
Le manca Tandil quando sta, spesso, in giro?
«Si, moho. Vivere a casa, mangiare l´asado [grigliata di carne; ndr] e stare con gli amici è il mas simo. Tandil è una città tranquilla, dove mi sento a mio agio, sereno».
Leí è alto 198 cm: non le hanno mai proposto di praticare un altro sport, magari il basket?
«Ho iniziato col calcio e volevano che continuassi. Giocavo difensore centrale o mezzala, e non ero male, a me piaceva tanto. Poi a 11 anni ho dovuto fare una scelta e ho preferito continuare col tennis. Però resto un tifoso del Boca Juniors, sono amico di Palermo e Palacio, i bomber gialloblù, e della Juve, dove gioca Camoranesi».
Lo conosce personalmente?
«Sì, a Tandil ci conosciamo tutti, o quasi. Sono andato anche a vederlo giocare quand'era qui in Argentina».
Papa Del Potro ha giocato, a livello semifrro, a rugby, sport molto diffuso in Argentina.
«Papà Daniel non mi ha mai imposto milla, quindi non ho mai giocato a rugby, anche se ho vari amici che lo fanno».
E a calcio si diverte ancora?
«Sì, quando sto in Argentina mi piace giocarci con gli amici se posso. II tennis? Qui è meglio di no, ne ho fin troppo...».
Che idoli ha avuto?
«Michael Jordan e Lance Armstrong. Nel tennis Roger Federer e Rafael Nadal sono due professionisti da imitare; con Rafa, un amico, gioco alla PlayStation, e anche lì vince sempre lui. E poi l'idolo di tutti gli argentini: Diego Armando Maradona l'ho conosciuto quando avevo 15 anni. Mi disse: "Tu sei il nuovo Pibe de oro, Del Potro..."».
Nel 2002 infatti aveva appena vinto l'Orange Bowl, il più importante trofeo Under 14. Ci parla della sua famiglia?
«Mamma Patricia è insegnante di lettere in una scuola superiore e aiuta i ragazzi in difficoltà. Papà è veterinario e lavora in giro per le campagne. Mia sorella Julieta ha 16 anni, ed è il nostro "debole", sempre coccolatissima».
Tanto che lei le ha regalato la Mercedes Benz, vinta al suo primo titolo Atp, a Stoccarda. Ma il dolore ha segnato la sua famiglia, con la morte di sua sorella maggiore, scomparsa quando lei era piccolo. II suo successo ha cambiólo qualcosa in casa?
«No, ognuno continua nelle sue attività. I miei di solito non vengono con me in giro per tornei. Sanno che sono ben accompagnato e guidato dai miei tecnici e sono tranquilli».
Qíuando ha capito che poteva raggiungere il livello di gioco e classifica che ha ora?
«Dopo il primo successo Atp in Germania, era la mía prima finale, col francese Gasquet. Là mi son detto "Ora posso ottenere di più col mio gioco". Poi dopo una settimana ho vinto il 2° titolo a Kitzbühel e ho pensato: "Allora non è un caso, posso rimanere in alto". Ho iniziato ad aver più fiducia nei miei mezzi. E questo è fondamentale. Perché se si ha autostima si può affrontare chiunque e giocarsela».
Qual è stato sinora il rivale più difficile che ha affrontato?
«C'è una partita che mi è piaciuta in particolare, quella vinta contro Gilles Simón all'Us Open, in 5 set (3° turno). II francese nel 2008 ha battuto Federer, Nadal e Blake, quindi è un giovane di gran valore. In genere i rivali che soffro di piú sono Federer, Nadal e Murray».
Che cosa crede le manchi per crescere ancora?
«Molto: la battuta, il fisico, i movimenti giusti. Ogni giorno mi accorgo che c'è qualcosa che posso perfezionare. Finanche i grandi giocatori hanno lati da migliorare. Ciò si realizza con l'allenamento e il tempo, l'esperienza».
Quanto ha contato nella sua crescita il cambio di técnico?
«Molto. È stata una giusta decisione prendere Franco Davín nel marzo scorso. Lui mi ha aiutato moltissimo per giungere a questo livello».
Ha anche uno psicólogo che la segue nei tornei?
«No, non l'ho mai avuto. Preferisco magari parlare a lungo col mió técnico».
Che reali chance ha adesso l'Argentina di vincere per la prima volta la Davis?
«Io mi sento in forma e anche David Nalbandian mi sembra al top. Siamo molto contenti e fiduciosi, aspettiamo questa finale con una gran voglia di giocarcela. Chiaro, sia noi che i tifosi sogniamo e vogliamo vincere. D'altronde sappiamo di aver di fronte un grande avversario, bravissimi tennisti. Ma noi abbiamo il vantaggio di giocare in casa, col nostro pubblico. Con una superficie diversa, non la terra che gli spagnoli amano tanto, ma il veloce. Dobbiamo approfittare di questi particolari».
Quanto conterà realmente l'appoggio del pubblico?
«Sarà la chiave: avere 10-12 mila tifosi che applaudono e gridano per noi, sapendo poi che gli spagnoli li capiscono e quindi si possono anche deconcentrare, conterà».
Che differenza fra disputare una Davis e un torneo, anche importante come uno Slam?
«La Davis è come il Mondiale di calcio per la Selección. Qualcosa che non disputi tutti i giorni; per noi tennisti poi giocare in squadra, non da soli, da più responsabilità. Se vinci dài una mano alia squadra, se perdi si perde tutti. Negli altri tornei perdere fa male, ma puoi avere un giorno storto e non succede nulla, ci sarà un altro torneo, un'altra chance. In Davis pregiudichi l'intera squadra, la nazionale. Inoltre abbiamo un capitano non giocatore come Alberto Mancini che va rispettato, e bisogna seguire quel che ci dice lui. Nei tornei Atp facciamo quel che ci piace e ci organizziamo come ci va, qui c'è il capitano al quale obbedire».
Chiudiamo con le donne: è fidanzato?
«Per ora non ce l'ho la ragazza, Mi sto dedicando al tennis. Ma mi piacerebbe sposarmi prima di lasciare la carriera tennistica, magari per poter viaggiare talvolta in compagnia di mía moglie».
Altri sogni e obiettivi?
«Beh, la vita non finisce col tennis. Due anni fa ho terminato le scuole superiori; ora non ho tempo per studiare ma in futuro mi piacerebbe iscrivermi ad Architettura. Pero sono molto giovane e ho ancora tanto tempo davanti».
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