ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA FOX SPORTS EN NOVIEMBRE DE 2006
Los Quirquinchos es una comuna santafesina ubicada a 256 kilómetros de la capital provincial y tiene cerca de tres mil habitantes. Un lugar plácido donde la vida es apacible y todos se conocen. Es, además, el lugar en el mundo de Fernando Belluschi. El pueblo en el que nació y aprendió a patear. Lejos de su casa y de sus afectos, el volante de River añora algunas costumbres de su terruño.
–¿Qué es lo que más extrañás de Los Quirquinchos?
–Fundamentalmente, a mis amigos y a mi familia. Además, la tranquilidad de allá, acá no se consigue, por la cantidad de habitantes y por cómo se vive.
–¿A qué te referís?
–A eso de salir tranquilo por la calle, caminando o en bicicleta hasta la casa de un amigo. O ir a tomar mate a un campito. También jugar al fútbol, o un picadito en cualquier lado.
–¿Cuándo volvés, recuperás eso?
–Sí. También lo de juntarnos con los pibes, jugar un ratito a la pelota y después tomar una gaseosa debajo de los árboles. Ahora más tranquilo que antes, porque soy profesional. La verdad es que eso se extraña tanto como a la familia cuando está lejos.
–¿Cuándo te diste cuenta de que ibas a ser futbolista?
–Siempre quise ser jugador de fútbol. Con el correr del tiempo lo fui tomando cada vez más en serio. Y cuando me quedé en la pensión de Newell’s, me lo puse definitivamente en la cabeza. Acá estoy...
–¿Cuál es tu próximo sueño?
–Primero, lograr el campeonato con River. Y, después, que me llegue la posibilidad de jugar en la Selección Argentina.
–¿En qué plano está esa posibilidad? ¿Te llamó alguien del cuerpo técnico?
–Están la ilusión y las ganas, pero no me llamó nadie. Primero tengo que seguir demostrando, adentro de la cancha, que puedo estar. Pero mi ilusión siempre está.
Por su look, Fernando Belluschi puede ser confundido sin inconvenientes con un músico de rock. Por sus bermudas de jean, su gorrita y su collar de perlitas negras. Por su barba rubia, su bigote escaso y su sonrisa amplia. Pero, fundamentalmente, por su pelo. Esas rastas que le cuelgan desde la nuca le dan un aire de rockero. Son parte de su personalidad, y otra demostración de que no hay relación entre el largo del pelo y la habilidad. La música es, además, otra de las pasiones de Belluschi. Algo que alimenta al espíritu rebelde que exhibe dentro del campo de juego.
–¿Por dónde viene tu gusto musical?
–Me encanta escuchar música. Me gusta todo el rock nacional. Puedo nombrar a La Renga, Los Piojos, Callejeros y la Bersuit entre mis favoritos. Escucho bastante, es algo que disfruto mucho. También me gustan los recitales. Con Guillermo Marino y Luciano Vella tengo muy buena onda, y fuimos a varios en Rosario.
–¿Te gustaría ser músico?
–No podría, porque no estoy hecho para eso, pero a veces me pongo a tocar un poco la armónica para divertirme.
–¿En las concentraciones?
–No, en mi casa. Cuando escucho alguna canción, trato de acompañarla con la armónica. Pero la verdad es que soy bastante malo, jajaja...
–¿Zapaste con algún compañero?
–Cuando estaba en Newell´s, lo hacíamos con el Memo Borghello, que toca la guitarra, y con otros compañeros. Yo acompañaba con la armónica. Siempre, rock nacional. Pero cuando nos separamos fue distinto, y acá en Buenos Aires no soy de tocar.
–¿Preferís el PlayStation o mirar fútbol?
–Un poco de cada cosa. Hay horarios para mirar fútbol y, cuando me quiero relajar un poco, me pongo a jugar un rato para divertirme. Pero es muy bueno ver fútbol y creo que mirando se aprende mucho.
–¿Te gusta la táctica?
–Prefiero observar a los jugadores. Me gusta ver a los que ocupan mi posición y aprovechar para corregir algunos errores que tengo.
Fernando Belluschi dio sus primeros pasos en Atlético Federación, el club de su pueblo. Pudo haber jugado en Boca, pero decidió hacerlo en River. Incluso se llegó a probar en el club de la Ribera cuando era más chico por una posibilidad que le consiguió un amigo del padre, pero aquella vez tampoco se quiso quedar.
–¿Por qué elegiste a River?
–Los dirigentes hicieron un gran esfuerzo y me gustó la idea de venir. El fútbol que se juega acá está más relacionado con mi juego. Y creo que no me equivoqué.
–¿Cambió algo después de la victoria contra Boca?
–Tenemos un poco más de confianza. La teníamos antes también, pero necesitábamos probarnos y ese partido fue la gran prueba de que podemos pelear el campeonato. Eso es lo que queremos y, si hacemos encuentros como ése, tenemos posibilidades de ganarlo.
–¿Qué diferencias y similitudes hay entre un Newell’s-Central y un River-Boca?
–Son parecidos a nivel pasión y en cómo se viven dentro y fuera de la cancha. Pero, como Rosario es más chico, la gente lo siente de otra manera. Acá, al ser tan grande la ciudad, es distinto, porque los hinchas están más repartidos. Yo, adentro de la cancha, siento lo mismo y dejo la vida como siempre.
Su carisma lo convierte en un personaje simpático, capaz de poner a su favor una situación negativa. En 2004, jugando para Newell’s, Belluschi le hizo un gol a Racing con el botín roto. La historia se hizo pública e incluso llegó a posar para un diario mostrando el calzado. Y a la gente de la pipa no le gustó nada la situación. Sin embargo, el final de la historia fue feliz, porque después de eso el jugador firmó un importante contrato con esa misma empresa y, hoy, luce botines de última generación.
Sin llegar a la categoría de ídolo, en Rosario es muy querido. No sólo por el campeonato que ganó con la camiseta leprosa, sino porque, además, aportó goles decisivos en ese torneo. En la ciudad todavía se recuerda a ese plantel que viajaba a las concentraciones –en Ricardone– en dos combis distintas. En una iban los cumbieros, entre los que estaban el Burrito Ortega y Julián Maidana. Y en la otra, los rockeros, encabezados por Belluschi y Luciano Vella, quien hoy juega en España. Cuentan en Rosario que Belluschi estuvo a punto de probarse en Central, pero no se presentó. Desistió por un accidente doméstico que sufrió su abuela un día antes. A Newell’s fue con varios amigos de su pueblo y, como fue el único que mostró condiciones, tuvieron que convencerlo para que se quedara, pero sólo un poco: él ya tenía en su corazón el sueño de jugar. El resto de la historia es harto conocida.
Es una pieza imprescindible de River y está en los planes de varios clubes europeos, dispuestos a desembolsar millones por su talento. El cuerpo técnico de la Selección lo conoce y lo tiene en cuenta para la próxima convocatoria, pero él trata de ubicarse nada más que en el presente.
–¿Quiénes son las personas que te aconsejan en este momento?
–Mi viejo y mi representante. Ellos quieren lo mejor para mí. Y también mi novia. Todavía hay tiempo para pensar en eso. Ahora, sólo tengo la cabeza en River.
Expediente
>Nombre completo
Fernando Daniel Belluschi
>Fecha y lugar de nacimiento
10 de septiembre de 1983, en Los Quirquinchos, provincia de Santa Fe.
>Hitos en su carrera
*Debutó en Newell’s Old Boys el 8 de septiembre de 2002, ante Nueva Chicago (2–1).
*Salió campeón del Apertura 2004 con Newell’s. Con la Selección Sub 20 fue campeón Sudamericano 2003. Jugó 45’ en la Mayor ante México (9/3/05).
"Es un tipo muy divertido" Por Luciano Vella, ex Ñewell’s, hoy en Cádiz.
Con Fernando íbamos a ver a cualquier grupo de rock que pasara por Rosario. A él le gustaba tocar la armónica y lo hacía más o menos. ¡Tenía una moral! Guille Marino, Seba Domínguez e Iván Borghello se ponían a tocar la guitarra y él los acompañaba. Hacían temas de Los Piojos y de Los Redondos. Algo salía. Yo estaba para escuchar, porque soy muy malo. Al Pelado lo conozco desde la Cuarta de Newell´s, cuando nos hicimos amigos. Tengo una gran relación y hablamos seguido. Es un tipo muy divertido y extraño mucho las cargadas y las risas en el vestuario. También los asados. En cuanto a lo futbolístico, Fernando es un crack. Cuando jugaba en Newell’s, ya estaba para la Selección.
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